La última campaña de berries en Huelva ha estado marcada por un descenso de la producción y el “desafío” que, según Harold Huot, gerente de Surberry, ha supuesto la entrega de la fruta en destino: “Hemos sufrido muchos problemas por la complicada climatología y la falta de mano de obra”. Pese a todo, reconoce que el balance final ha sido positivo; y es que, el COVID-19 contribuyó a aumentar el consumo y, aunque también incrementó los costes de producción, la subida generalizada del precio logró compensarlo.
Un buen año para la fresa
El frío que afectó a las producciones de fresa en España también se dejó notar en los países nórdicos, retrasando sus cultivos. Todo ello hizo que “el precio medio se incrementase bastante en relación al año pasado”, de modo que la fresa cerró un ejercicio “muy positivo”.
Menor oferta en frambuesa
Sólo la evolución de la campaña en los meses de noviembre y diciembre logró empañar un ejercicio de frambuesa que se ha visto favorecido por la reducción de la oferta en hasta un 20%. Aun así, “Los precios han compensado la falta de producto”, siendo más elevados que años anteriores.
El éxito del arándano
Surberry ha incrementado un 25% sus ventas de este fruto rojo en la última campaña, aprovechando el viento a favor de un producto que ha calado con fuerza en la cesta de la compra. De los cuatro berries, es el más fácil de consumir y, además, “el que más se promociona”, de ahí que su consumo crezca progresivamente.
Para Huot, la selección de nuevas variedades con mejor sabor, aspecto visual y vida útil han contribuido a mejorar también la experiencia del consumidor. “Es la mayor razón de su éxito”, ya que, quien compra repite. Precisamente por ello, afirma que, si esta fuese la estrategia seguida en el resto de berries, “las oportunidades de mercado serían mucho mayores”.
El reto post-COVID
La crisis sanitaria dará paso a otra económica que, sin duda, podría influir en el consumo de berries: “Los productos perecederos, frágiles y caros no serán los más demandados”. Pero en Suberry no tiran la toalla: “Queremos mantener nuestro alto estándar de calidad y mejorar los rendimientos para bajar los costes de producción y minimizar el riesgo en el mercado”. Y es que, mantener la imagen de producto de categoría extra puede marcar la diferencia.