El consumo de chirimoya ha estado durante mucho tiempo limitado a nuestro país. Las características del fruto y su desconocimiento por parte de los mercados internacionales impedían que saliera de nuestras fronteras. Sin embargo, el esfuerzo del sector y su apuesta por una fruta que muchos denominan “la nueva aspirina” por los beneficios que su ingesta proporciona, han logrado que en el último año la exportación haya crecido un 28%, superando los dos millones de kilos. Portugal es el destino principal, seguido de Francia y Alemania, pero hay empresas que van más allá, como Novofrut que ha llegado hasta Oriente Medio.
Nos lo contaba José Francisco Novo, responsable de exportación de la empresa, cuando visitábamos sus instalaciones a mediados de agosto. En su opinión, este salto cuantitativo que han supuesto las cifras de exportación de chirimoya se debe, entre otros motivos, al hecho de cosecharlas en el mejor momento y al trabajo que realizan empresas como la suya por divulgar sus propiedades y características desconocidas en gran parte de Europa.
Además de chirimoya, que representa el 65% de la fruta que comercializa la entidad (tres millones de kilos), la empresa produce mango, aguacate y níspero. La clave, según Novo, es ser especialista y saber las características de cada finca, determinar cuál es el mejor momento para polinizar, la forma idónea de podar y cuándo recolectar para que, no sólo la chirimoya, sino todas las frutas, lleguen al consumidor final en las mejores condiciones, conquiste su paladar y le convenza por su excelencia.
La especialización también se consigue estando al tanto de las novedades en materia de investigación y variedades. Por ello están en contacto en los expertos de La Mayora, para conocer los avances varietales y en técnicas de gestión de cultivo. El gerente nos confirmaba que están especialmente interesados en las posibilidades de ampliar la campaña de mango con nuevas variedades además de Osteen y Keitt, las que producen en la actualidad.
Inversiones para crecer
Este año la empresa contará con dos nuevas cámaras, una de maduración y otra de conservación, que les permitirá duplicar su capacidad productiva y crecer en la comercialización. La inversión ha sido muy importante, más de 300.000 euros, y se suma a las realizadas años anteriores para ampliar sus instalaciones.
Pero su visión de futuro va más allá, quieren seguir creciendo y por ello esperan que las administraciones pongan por fin una solución al problema de la falta de agua que soporta el sector desde hace años y que pone en juego la supervivencia de un cultivo que genera mucho empleo y riqueza en la Costa Tropical.