No podemos seguir esperando. Al problema de la falta de mano de obra, y a esto se añade el lógico aumento de costes de la misma, se suma también la inflación disparada que tenemos y que seguramente se mantendrá por algún tiempo. Por lo tanto, la mecanización y la robotización, en mi opinión, son el camino a seguir para continuar siendo rentables y competitivos.
Nuestra empresa está altamente mecanizada, sino sería imposible la rapidez en el servicio que ofrecemos a nuestros clientes. Desde hace años estructuramos la entidad pensando en la optimización de los procesos y en la reducción de costes a través de la mecanización. El aumento de la productividad tiene que pasar por la robotización. Respecto a la mano de obra, es difícil lograr más ajustes de plantilla.
A nosotros el COVID-19 nos afectó sobre todo al principio, cuando tuvimos que adaptar las medidas de protección, y más que por tener que adoptar esas normas de distanciamiento e higiene, por falta de mano de obra. Por suerte para nuestro sector, el descenso del turismo procedente de Europa hizo que gran parte de sus trabajadores se redirigiera hacia la agricultura.
Como he comentado, y siempre desde mi punto de vista, la mecanización y robotización de los procesos es la base de la subsistencia de la fruticultura frente a los problemas de escasez de mano de obra y el aumento de los costes de producción.
Ahora que parece que la pandemia está perdiendo fuerza, seguramente el turismo volverá a recuperar a esos trabajadores, y quizá podamos tener algún problema de escasez de personal para la temporada de cosecha en la época de mayor afluencia turística como es agosto. Pero no creo que sea de gran incidencia, puesto que nuestros productores tienen plantillas de personal muy estables.
