Exceptuando los periodos estivales de temperaturas suaves que favorecen que la planta sufra una temprana instalación de ácaros del género Eutetranychus sobre el cultivo de los cítricos, es a finales de verano o a principios de otoño cuando comienzan a observarse los daños más graves de esta plaga sobre las hojas y los frutos. Cuando el cultivo se aproxima a ese momento, teniendo en cuenta que la horquilla óptima de temperatura para el desarrollo tanto de ácaro de Texas (denominado en Huelva araña parda o portuguesa) como para el ácaro oriental está entre los 28° y 31° junto a una humedad relativa moderada. En este escenario es necesario conocer:
Las temperaturas extremas registradas este verano junto al registro de cuatro olas de calor entre junio y agosto, unido a un ambiente muy seco, han sido factores desfavorables para su desarrollo y dispersión, observándose en los muestreos realizados en todo este tiempo, un bajo porcentaje de hojas con presencia.
Este escenario podría cambiar a partir del 30 de agosto una vez que se pronostica un cambio en el clima que será mucho más suave y fresco. Esto va a favorecer el desarrollo del ácaro Eutetranychus.
Se recomienda no bajar la guardia con esta plaga ya que tiene una rápida multiplicación, su presencia en hojas puede aumentar hasta colonizar en pocos días la mayor parte del árbol, siendo muy probable que se produzcan resistencias a los acaricidas más frecuentemente utilizados, teniéndose que alternar el uso de distintas materias activas y modos de acción.
Los síntomas causados por este ácaro son muy similares a los producidos por el ácaro rojo: plateado de las hojas y frutos. Según la intensidad del ataque y otros factores como el estrés hídrico y los vientos secos, puede provocar una caída importante de hojas. El fruto, en el envero puede tomar una tonalidad mate.
En general, de cara a tomar cualquier decisión sobre el control químico de ácaros, es recomendable cuantificar previamente los niveles de fauna auxiliar y utilizar aquellos formulados más compatibles con ésta.
Fuente: RAIF, Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía