El albaricoque desciende casi un 17%
Importantes mermas en la producción de albaricoque en Murcia y Castilla-La Mancha.
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Desde Cooperativas Agro-alimentarias de España, los responsables de la sectorial de fruta de hueso apuntan que de forma general, “de momento las condiciones meteorológicas son ‘normales’. Se ha registrado un invierno con suficientes horas de frío y una primavera suave. Lo que ha permitido una floración bastante uniforme”.
Sin embargo, desde la organización cooperativa avanzan que se prevé “una disminución de la producción de albaricoque que rondará un 17%”. Esta reducción se debe a la merma prevista en las principales zonas de producción; Murcia y Castilla-La Mancha. En las que algunas variedades tienen mermas muy importantes frente a otras. Incluso la misma variedad tiene una cosecha muy diferente según parcelas o árboles. “Esta reducción se debe, por un lado, al mal cuaje. Ya que, debido al exceso de calor durante la floración, perjudicó a los árboles que estaban más avanzados en floración. Y, por otro, a la lluvia que pudo dañar el polen. E, incluso, a alguna helada puntual”, explican desde Cooperativas Agro-alimentarias. Pese a ello, la entrada en producción de nuevas plantaciones compensa ligeramente esta reducción.
En la principal zona productora, Murcia, está previsto un retraso en las fechas de recolección respecto a la campaña pasada. Se está produciendo una cierta ralentización de plantaciones nuevas de albaricoque. Aunque sí se siguen renovando aquellas que están envejecidas
Así pues, “se espera una producción de albaricoque de 102.571 toneladas. Y, a pesar de las mermas, la fruta presenta buena calidad y se espera buen calibre”.
Por otra parte, existe preocupación en el sector español por saber si las temperaturas en Europa favorecerán el consumo de fruta de hueso; y si la cosecha de otras frutas como: cerezas, fresas y bayas será buena. Ya que están en competencia con la fruta de hueso.
Situación actual del sector
Tras la renovación varietal de plantaciones envejecidas, se ha mantenido estable la superficie productiva. E, incluso, en algunas regiones se han realizado nuevas plantaciones; tanto de variedades con destino a fresco, como de aquellas más propicias para industria. Consiguiendo no solo frenar el retroceso del cultivo del albaricoque, sino que siga incrementando la producción de forma general.
En las principales zonas productoras, desde Cooperativas Agro-alimentarias de España señalan que “se continúa apostando por las variedades extra tempranas”. Todos estos cambios están provocados por la demanda del mercado y el interés de huir de los meses de mayor concentración de oferta en otras zonas/países.
En cuanto a los retos del sector de fruta de hueso en general en España, a nivel de mercados, la organización cooperativa destaca “el creciente interés de todas las regiones productoras por la apertura de nuevos mercados y las iniciativas en ese sentido de determinadas cooperativas”. Ello requiere adaptar la estructura comercial de los exportadores, asumir nuevos riesgos… por lo que el proceso llevará su tiempo.
Por otra parte, cuando se dan determinadas condiciones climáticas que afectan a la producción o al consumo y que no son precisamente excepcionales, “en la mayoría de las regiones productoras el riesgo de desequilibrio del mercado (sobreproducción y falta de escalonamiento en la entrada de producciones) es muy elevado. Y, en el caso de la fruta de verano, hay que ser conscientes de que las posibilidades de dirigir la exportación a países terceros tiene un recorrido limitado. Teniendo en cuenta, por una parte, la perecibilidad del producto”.
Dentro de los retos pendientes del sector, hay que señalar “problemas estructurales”. Principalmente “derivados del todavía insuficiente grado de concentración y ordenación de la oferta y la necesidad de incrementar la organización de los productores en torno a cooperativas OP bien dimensionadas”.
La aparición de “grandes productores” en el mercado, vinculados al comercio tradicional o de la entrada misma de las empresas del comercio en la actividad de la producción, está reconfigurando la estructura del sector español.
Esta reconfiguración, junto con la presión de la distribución, ella sí cada vez más concentrada, obligará a maximizar la competitividad. A través de la innovación del incremento de la productividad; de la generación de economías de escala que permitan reducir costes y mejores plazos de amortización de instalaciones; de ampliación de gama de productos y de calendarios, etc.
Además de acelerar los procesos de integración en el futuro, y sobre la base de estructuras comerciales bien dimensionadas, abordar proyectos de promoción del consumo en el mercado comunitario y de internacionalización en nuevos mercados.
De lo contrario, se producirán procesos de abandono de la actividad entre los pequeños productores. Para ayudar a este proceso es “imprescindible que el sector continúe contando con un sistema de ayudas comunitarias como el actual. Dirigido al desarrollo de Programas Operativos por OPs bien dimensionadas”.