La gama de estas actividades es cada vez más frecuente en empresas de multiaventura y también directamente a través de las explotaciones agrícolas que lo publicitan en sus página web como un complemento a su actividad económica.
Ofrecen un pasatiempo en el que aprender sobre este oficio, además de recolectar los frutos para consumirlos y la posibilidad de ser agricultor por un día.
Dar a conocer la labor de la producción ecológica
A 1.200 metros de altitud en el municipio de Lozoya (Madrid) se puede recolectar frutos del bosque y otras variedades en la finca de Ecos del Lozoya, de producción ecológica donde el respeto al suelo y la sostenibilidad son la base.
En dos hectáreas dedicadas a la producción de frutos del bosque, pepino, tomate y lechugas, entre otras variedades, es donde sucede la magia de ser «agricultor por un día» de la mano del promotor del proyecto, Jorge López, junto a Anneleen Crabbé, donde además imparten talleres sobre agroecología.
La entrada a la explotación es gratuita para grupos a partir de 15 personas y «va al peso», es decir, se cobra lo que hayan recogido por bandeja, en el caso de los frutos del bosque cuesta una media de tres o cuatro euros.
Esta actividad cuenta con un público de lo más variopinto; desde familias con niños hasta un turistas extranjeros de países del este de Europa de gran tradición agrícola como Polonia o Rumanía, ha detallado López.
Ser agricultor por unas horas
El paisaje de los cerezos del Valle del Jerte (Cáceres) se puede disfrutar a la vez que se recolectan sus cerezas y ser «agricultor por unas horas», tal como ha explicado a Efeagro la agricultora y técnico en información, guía y asistencia turística de Valle Aventura, Dalila Gándara Batuecas.
En una explotación dedicada exclusivamente a esta actividad, Gándara cultiva los cerezos de los que después cada cliente extraerá unos 2 kilos de cereza, y de los que en mes y medio se extraen aproximadamente 3.000 kilos, ha detallado.
Además de dar una explicación sobre el cultivo, tanto histórica, geográfica como técnica, el objetivo es que los clientes conozcan de primera mano y vivan la experiencia de ser agricultor, ya que «cada vez estamos más alejados del mundo rural y del productor», ha puntualizado Gándara.
Vendimiar o podar la vid en la Rioja
A las múltiples actividades que rodean al sector del vino, se le suma la de vendimiar con expertos por un día o podar la vid en San Asensio (La Rioja).
Todo comienza con una de las actividades «más interesantes» que ofrecen en Bodegas Lecea, que no es otra que visitar un viñedo en una atalaya desde donde se observa una vista muy amplia de la región, según ha detallado el propietario de la bodega familiar, Luis Alberto Lecea.
En ese idílico paisaje se explica lo que es la Rioja, la actividad económica del cultivo en la zona, las particularidades técnicas y dependiendo de la época la actividad será o podar la vid o recolectar la uva.
El perfil del cliente en este caso varía; suelen ser grupos de cuatro a ocho personas y «cada vez más extranjeros» y además la gente «repite mucho» con otros amigos, ha destacado Lecea.
«Es muy fácil ver bodegas, aunque es muy difícil y hay muy poca actividad en el viñedo, la gente sabe lo que es el vino, pero no entienden el porqué del cultivo», ha añadido.
A través de actividades como esta se difunde la labor del sector primario que produce alimentos sin descanso y no cesa en abrir sus puertas para trasladar el trabajo que hay detrás de cada producto.
Fuente: EFEAgro