Apenas lleva un año trabajando en Udapa y ya reconoce que se encuentra en un sector con muchas oportunidades para mejorar y seguir desarrollando la horticultura nacional.
Comenzó estudiando en la Universidad del País Vasco la carrera de Biología, con mucho interés en la agricultura y el medio ambiente. Los últimos años de la carrera los hizo en Barcelona, donde después se especializaría con un Máster en Agrobiología Ambiental en la Universitat de Barcelona. “Me gustaba todo el tema agro pero sin dejar temas científicos”. Concluyó esta formación con un proyecto fin de carrera en el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Cataluña) sobre micorrización y fructificación de dos hongos comestibles mediante técnicas genómicas.
Pero su formación no queda ahí, puesto que tras recibir una beca Leonardo para estudiar en el extranjero, llegó a Roma, donde durante 4 meses estuvo analizando y rescatando variedades autóctonas en diferentes zonas de Italia.
La investigación e innovación son los adjetivos que quizá más definen la carrera formativa y laboral de Aranguren, quien a su vuelta a España, y tras solicitar una nueva beca, en este caso en Neiker-Tecnalia (Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario), tuvo la oportunidad de seguir desarrollándose laboralmente. En este puesto desarrolló proyectos relacionados con la utilización de subproductos ganaderos en fertilización vegetal. Durante poco más de 6 años estuvo trabajando allí, donde también hizo su tesis doctoral sobre la agricultura de precisión y todos los proyectos que había desarrollado en Neiker-Tecnalia.
Su incorporación a Udapa coincide con el final de su tesis y accede al Departamento de I+D para implementar nuevas técnicas de agricultura de precisión para la mejora de los cultivos. Pero no solo eso, sino que actualmente también desarrolla ensayos con biofertilizantes y bioestimulantes buscando el residuo cero en Udapa.
El agua es otra de las áreas en las que está profundizando, ya que la empresa está muy concienciada con el impacto medioambiental y la reducción de la huella de carbono.
En estos casi 11 meses en el sector y aunque ya tocaba tangencialmente aspectos agrícolas en Neiker, Aranguren tiene claro que tenemos que cambiar y mejorar la forma en la que se cultiva “tenemos las herramientas, pero debemos concienciarnos de que estamos viendo cambios que van a complicar cada vez más las campañas”.
Es consciente de que la innovación requiere unas inversiones y esfuerzos por parte de las empresas, cuyo retorno es a largo plazo. Que muchas veces es el obstáculo que evita que los avances y el progreso fuese a mayor velocidad “si queremos alcanzar los objetivos que nos marcan desde Europa hace falta invertir no solo dinero, sino también energía para cumplir con ello”.
Respecto al relevo generacional, ve en su día a día que hay muchos jóvenes en el sector muy motivados para este cambio y transformación, “pero es que falta mucha más gente”. Confía en que cambie la imagen que se tiene del sector y que se vayan acercando más y más.