El director de Agroseguro en Andalucía, Fermín Flores, ha confirmado que ya llevan contabilizadas unas 2.500 fincas en Huelva que han sido afectadas por los efectos del temporal Enma que ha azotado la provincia onubense durante las últimas semanas.
Según ha reconocido Flores, lo que está ocurriendo durante la campaña agrícola de 2018 en Huelva se puede considerar como “es el mayor desastre provocado por los vientos y con diferencia”, porque lo normal es que los episodios de viento que se suelen registrar todos los años provoquen daños a una media de entre 200 y 300 parcelas agrícolas”.
En esta ocasión, “la sucesión de episodios de vientos que se han producido durante estos días” ha provocado este incremento tan significativos de incidencias, hasta el punto que “nos está costando muchísimo trabajar poder gestionar. El miércoles de la anterior semana teníamos a 8 peritos evaluando las fincas; el jueves el número se elevó a 12 y este lunes tuvieron venir 30 profesionales más desde fuera de Andalucía porque no dábamos abastos con los vientos continuados que se estaban produciendo”.
No obstante, como ha apuntado, este número de fincas afectadas puede incrementarse aún más, ya que las previsiones meteorológicas pronostican más viento y precipitaciones para el próximo fin de semana.
Almonte, con 500 parcelas siniestradas, es el término municipal más afectado por el paso del temporal, aunque Fermín Flores ha recalcado que ha sido en Lepe donde los destrozos han sido más cuantiosos debido, sobre todo, al paso de un tornado, que ha provocado importantes daños en los plásticos, en los hierros de los macrotúneles y en las propias producciones agrícolas.
El responsable de Agroseguro en Andalucía ha señalado que prácticamente el 70% de los agricultores onubenses tiene asegurada sus explotaciones con esta agrupación de aseguradoras y que, por tanto, “todos daños que el temporal está ocasionando tanto en los invernaderos como a nivel de producción están cubiertos”.
La fresa es el cultivo más asegurado en la provincia de Huelva, lo que para Fermín Flores supone una satisfacción “porque significa que ahora que ha venido un desastre tenemos la tranquilidad de que los agricultores van a poder continuar funcionando; además, tienen la tranquilidad de que cuando pase unos dos meses del siniestro van a cobrar las indemnizaciones que les correspondan, porque entendemos que los daños son cuantiosos y porque es precisamente ahora cuando necesitan esa ayuda el agricultor”.
Fuente: Agrodiariohuelva