En defensa de la IGP del Melón de La Mancha. COOP N. SRA DE PEÑARROYA
La Cooperativa Nuestra Señora de Peñarroya afronta la nueva campaña con reducción de producción en melón y aumento de la sandía. Los bajos precios y el virus Nueva Delhi, claves en esta situación.
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En un sector como el del melón, en el que la competencia crece cada año y los precios se encuentran en pleno retroceso, la diferenciación se hace indispensable para sobrevivir. Aportar al producto valor añadido es el objetivo marcado por las empresas, que observan con preocupación la realidad actual de los mercados. Es el caso de la Cooperativa Nuestra Señora de Peñarroya, cuyo presidente, Ramón Lara nos abre las instalaciones de la entidad para explicarnos la situación. “El mercado es el que manda en los precios y es la distribución quien provoca que las cotizaciones bajen. Solo pedimos que se permita subsistir al agricultor”.
Las bajas cotizaciones, unidas al virus de Nueva Delhi, que el año pasado arruinó parte de la cosecha de melón en La Mancha, han hecho que sean muchos los productores que hayan dejado atrás el melón y emprendido el viaje hacia otros cultivos como la sandía. De hecho, la cooperativa, que produce anualmente 12.000 toneladas, verá incrementada su producción de sandía este año de las 4.500 toneladas a cerca de 6.000, mientras que en melón se reducirá la cosecha en la misma cantidad. “La sandía sí permite a los agricultores obtener precios aceptables”, indica Ramón Lara, que destaca además que las variedades que las casas de semillas ponen a disposición de los productores “son todas de calidad”. Sin embargo, alerta del peligro de generar un exceso de oferta, que pueda saturar los mercados europeos, sobre todo en veranos con temperaturas más bajas.
Soluciones para el melón
Pero lejos de resignarse, el sector del melón trabaja para lograr mejorar su posicionamiento y la diferenciación pretendida. En este proceso, poner en valor la IGP Melón de la Mancha se hace primordial. Este marchamo se puso en marcha hace ya algunos años y aunque el sector está convencido de su necesidad, la distribución no termina de valorarlo, lo que provoca una menor apuesta por este sello.
Sin embargo, esta situación podría cambiar con el despegue de la Interprofesional del Melón y la Sandía, que agrupa al 75% de los agentes del sector. En opinión de Lara, ello permitirá una mayor adhesión a la IGP y las empresas se implicarán más en ofertarla a sus clientes, de la mano de una importante campaña de promoción nacional, y posteriormente internacional.
Nadie dijo que el camino fuera sencillo pero en ganas e ilusión no gana nadie a un sector dispuesto a resurgir y luchar por su futuro.
ALICIA LOZANO