Yesenia Trascastro, CMR: “Es transcendental formar y atraer a mujeres a un sector como el nuestro”
Entrevistamos a Yesenia Trascastro Pulgar, directora general de CMR GROUP, para conocer su perspectiva sobre la conciliación, el relevo generacional y las iniciativas que lleva a cabo la empresa que dirige para fomentar la igualdad. A principios del pasado año, CMR Group, una de las empresas mayoristas más importantes del sector hortofrutícola, decidió apostar por una mujer para ocupar la dirección general. Esta elección se convirtió en un hito, ya que no es habitual que puestos de responsabilidad de tal envergadura sean desarrollados por mujeres.
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¿En qué áreas se ha basado su trayectoria profesional hasta alcanzar el puesto directivo que hoy desarrolla en CMR?
Mi formación y experiencia profesional han estado centradas en el sector económico y bancario, en los cuales he liderado proyectos en entidades financieras nacionales, además, también he trabajado en la consultoría fiscal, estratégica y corporativa.
En los últimos años, las mujeres han ido ocupando puestos de mayor responsabilidad en el sector hortofrutícola. ¿Qué circunstancias tendrían que cambiar para que cada año el número de mujeres aumentara en puestos de responsabilidad?
La clave pasa por focalizarse en las metas personales, tener seguridad en tus propias habilidades y demostrar seguridad en el entorno. Si logras aunar todos estos aspectos, acabas influyendo en él y consigues que no importe el género, pero para ello, el primer paso es interiorizarlo tú misma.
Considero que todos debemos buscar nuestro desarrollo profesional en un entorno laboral donde podamos sacar lo mejor de nuestras aptitudes. Cuando nos enfocamos en ello, las posibles trabas, escollos y prejuicios generados por tu condición de mujer tienden a desaparecer, dado que lo que prevalece al fin y al cabo es tu profesionalidad y la capacidad de gestión en beneficio de la entidad que se representa. Desde mi punto de vista, muchas de las barreras no son creadas exclusivamente por los hombres, también las generamos nosotras.
En definitiva, el sector hortofrutícola necesita talento y el talento existe en todos los géneros, sólo hay que potenciarlo.
Aunque también influye la actitud como usted dice, la conciliación es un freno muy importante que dificulta que la mujer acceda a puestos de responsabilidad. ¿Hasta que punto cree que las empresas son conscientes de ello y no lo toma como un hándicap?
Actualmente, se están promulgando leyes que favorecen dicha conciliación y que van en la dirección de igualar la figura de la madre y el padre para lograr integrar a la mujer en el ámbito laboral, permitiendo conciliar su labor como profesional y como madre.
No obstante, todo cambio requiere de un tiempo de asimilación y aceptación por parte de las empresas. Tenemos que ser conscientes de ello y seguir dando pasos sólidos en ese sentido.
En el sector hortofrutícola también se presenta otra gran problemática: el relevo generacional. Las mujeres jóvenes que están iniciando su desarrollo profesional no encuentran atractivo al sector y prefiere dedicarse a profesiones de otros ámbitos. ¿Qué puede hacer el sector para atraer su talento?
Es transcendental formar y atraer a mujeres a un sector como el nuestro, donde los puestos de responsabilidad continúan siendo desempeñados mayoritariamente por hombres.
“Nuestra actual vicepresidenta, Montserrat Inglada, ha sido clave en el desarrollo de la corporación desde hace más de 50 años”
Debemos seguir trabajando para que nuestro sector sea más atractivo en el mercado laboral. Una vez que hayamos realizado ese trabajo, valorar únicamente las capacidades y aptitudes individuales, asumiendo que con eso es suficiente para desarrollar una carrera profesional, sin ningún tipo de distinción por género.
¿Piensa que si hubiera más referentes mujeres en puestos de responsabilidad en el sector las jóvenes se interesarían más por él?
Es un hecho. Cualquier actividad social en la que destaca un perfil determinado se convierte en referente de cara a generaciones futuras.
En este sentido, si jóvenes en edad de formación vislumbran un futuro en un sector determinado gracias a la exposición mediática de referentes, en este caso, femeninas del mismo, condicionará sus elecciones académicas y profesionales, lo que sin lugar a dudas redundará en un sector hortofrutícola futuro mucho más integrador.
Uno de los factores que también influye en la captación de talento femenino es el desarrollo de iniciativas que fomenten la igualdad entre el hombre y la mujer. ¿CMR apuesta por ello?
Nuestro compromiso para garantizar un equilibrio entre hombres y mujeres en la plantilla es el seguir trabajando en la igualdad de oportunidades bajo el prisma de la igualdad retributiva y valorando únicamente las habilidades y capacidades de cada persona, sin ningún tipo de distinción.
Asimismo, respaldamos y promocionamos acciones que impulsan y favorecen la labor empresarial de la mujer en el ámbito agro, como ejemplo de ello, los “Premios Mujer Agro” que co esponsorizamos en Brasil.
¿Qué puestos y puestos de responsabilidad están más ocupados por las mujeres en su empresa? ¿Por qué?
En el caso de CMR, nuestra actual vicepresidenta, Montserrat Inglada, ha sido clave en el desarrollo de la corporación desde hace más de 50 años, aportando una perspectiva práctica, dinámica y siempre rigurosa, así como generaciones anteriores de la familia donde la mujer también ha estado vinculada al sector.
Por otra parte, está mi figura, como directora general del Grupo, la de nuestra directora de Recursos Humanos, Pilar Sánchez, como cargos estrictamente directivos, así como diferentes responsables de departamento, puestos que cada vez más, están ocupados por mujeres.
¿Cuál es la profesión que más se demanda con perfil femenino en CMR?
Existen cargos técnicos que, en función de su valía personal, están ocupados indistintamente por perfiles masculinos y femeninos, como pueden ser por ejemplo los relativos al departamento de calidad, importación, comercial, documentación, administración, contable, etc.
Hay otro determinado perfil de trabajador en nuestro sector, donde el componente genético tiene un mayor peso específico debido a la labor de carga física que requieren, como pueden ser los relativos al cultivo en campo o en almacén, y que por lo tanto están mayoritariamente ocupados por perfiles masculinos.