Y al producto europeo, ¿cómo lo nombraremos?
Artículo de opinión de Paco Borrás, consultor agroalimentario.
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Las expresiones del titular corresponden a palabras que hace unos años apenas se utilizaban en el sector de la agroalimentación. Desde hace un tiempo, se utilizan tanto desde la parte de la distribución como desde la producción. Se relacionan con el tema del menor consumo de CO2 por el menor transporte y, por lo tanto, de una mejor contribución a la sostenibilidad, y también como forma de resaltar el compromiso de la distribución con el mantenimiento de la producción cercana. Todo a su vez contribuye de forma positiva al mantenimiento de producciones locales de menor tamaño, pero con presencias relevantes en las zonas de producción. Y es cierto que las grandes cadenas no habían hecho caso a las mismas, por el ansia de unificar la oferta de sus tiendas, y está muy bien que se haya dado un giro hacia las especialidades locales.
Uno de los efectos colaterales de la pandemia provocada por el Covid-19 es la mirada hacia las producciones de cercanía, al producirse cierres de fronteras, que inicialmente llegaron a ser para casi todo, pero que rápidamente crearon líneas verdes para la circulación de los alimentos.
Citamos algunos ejemplos aparecidos en las revistas del sector:
Fruchthandel 14 de mayo : Landgard / Labinot Elshani: «Hecho en Alemania debe ser más que una promesa de marketing»
Fruchthandel 18 de mayo : Austria: Asociación de comercio acoge con beneplácito la iniciativa «Austria come regional»
Para lograr esto y al mismo tiempo reducir la dependencia de las importaciones de terceros países, existe una mayor necesidad que nunca antes entre la agricultura, el procesamiento de alimentos, el comercio de alimentos y la gastronomía «,
Italia Fruitnews. Junio «Más Made in Italy: ok, pero ¿cómo?»
¿Cuánto estamos dispuestos a renunciar al privilegio Made in Italy en esta fase histórica sin precedentes? ¿Cómo compensar cualquier escasez de referencias? Luca Migliolaro , director comercial de Pam, sigue el ejemplo de la política del minorista veneciano, que a mediados de marzo promovió la campaña Junto con usted por Italia para promover la compra de productos hechos en el país,
Sin embargo si realizamos un análisis del suministro bruto (Producción – Exportación + Importación) de frutas y hortalizas en la Unión Europea y lo comparamos con una zona similar, desde el punto de vista geográfico, por su ubicación en el hemisferio norte, entre paralelos similares y con un desarrollo del nivel de vida relativamente similar, Estados Unidos de América, nos sale el siguiente cuadro:
La comparación nos dice que la Unión Europea, con datos de los años 2018 y 2019, del total de frutas y hortalizas consumidas, un 81% ha sido de producción local y ha importado de fuera de la UE un 19%. Y sin embargo EEUU, del total consumido, un 65% ha sido local y un 35% importado.
Hay una diferencia importante, la Unión Europea es una unión de Estados independientes y EEUU es un país con 50 estados, con ciertas independencias, pero con una mentalidad común que, en la Unión Europea, aún no tenemos.
Porque aunque en la jerga política, desde que a mediados de los 90 se creó el mercado único europeo, se dice que los productos que intercambiamos dentro de la unión entre los diferentes países que la conformamos es comercio intracomunitario, frente al de los otros países de fuera, a los que denominamos países terceros, es cierto que el europeo de a pie y parte de sus clases dirigentes, encuentran fácil usar la palabra importación, aunque venga de un país de la común Unión Europea.
Y es cierto que los 68.200 miles de Tn que hemos resaltado en la tabla anterior como producidas y consumidas dentro de la Unión, hay un reparto que nos dice que 37.000 son producidas y consumidas dentro de los estados miembros y que las otras 31.200 son comercio intracomunitario.
Los europeos en general empezamos a asociar en productos industriales, el etiquetado CE, como símbolo si no de producido en la Unión, al menos certificado bajo los criterios de calidad de la Unión. Así se han buscado mascarillas como la de la foto:
Probablemente, en todos los estados de la Unión Europea, y creo que en la recién salida Gran Bretaña, los ciudadanos identifican este símbolo. Primero con la misma Unión Europea, y después con un cierto marchamo de calidad y seguridad.
Pero, tenemos que asumir, que en estos momentos los ciudadanos de la Unión Europea, aunque identifiquen el origen, porque las tiendas están obligadas a marcarlo, no tienen una conciencia clara de que sean productos producidos en la Unión y por agricultores europeos, como ellos.
Los tres casos anteriores, de Alemania, Austria e Italia, hablan por sí solos. Siendo más curioso el texto proveniente desde Austria, donde los productos no austriacos ya los denominan de terceros países.
Sin embargo, aunque las naranjas de EEUU, prácticamente solo se producen en California, a 4.000 km de Nueva York y cuatro husos horarios de diferencia, es normal campañas como la iniciada por Sunkist:
Eurofruit Magazine. Junio
Sunkist moves to summer citrus
La compañía lanza la campaña «La naranja oficial del verano americano
«La investigación también divulgó que los consumidores prefieren enormemente comprar productos cultivados en el país cuando están disponibles
Es evidente que estamos lejos del momento en que cualquier ciudadano de la Unión, de la misma forma que le da valor a la etiqueta CE, se la dé a las frutas y hortalizas producidas en La Unión y por conciudadanos suyos, aunque empiezan a oírse voces como la de la Ministra alemana de Agricultura:
13 de mayo de 2020 Fruchthandel
Política / Corona: «No te olvides del espíritu europeo» – Advertencia de «nacionalismo del consumidor»
«Especialmente en la crisis, quedó claro que el mercado único europeo y la cohesión son activos importantes. Hacen que Europa sea fuerte y aseguren la prosperidad», dijo la ministra federal de Alimentación y Agricultura, Julia Klöckner, después de una video conferencia con sus homólogos europeos.
«Las cadenas de suministro transfronterizas y la libre circulación de mercancías son esenciales para garantizar la seguridad del suministro para los ciudadanos. Y es por eso que advierto contra el «nacionalismo del consumidor”.
En estos momentos, los fondos de la Unión Europea en promoción permiten campañas para darle valor a los productos europeos, dentro de la misma Unión. Es una buena idea imaginar que nos pusiéramos de acuerdo los agricultores de los diferentes países de la Unión Europea, para que nuestros conciudadanos de cualquier país de la Unión, empezara a reconocer y valorar los productos europeos, como muy bien ha señalado la ministra de Agricultura alemana y como hoy en día reconocen todos los gobiernos de los países miembros, porque el comercio intracomunitario de frutas y hortalizas ha funcionado perfectamente durante esta pandemia.
Porque las frutas y hortalizas producidas en los diferentes países miembros de la Unión Europea son PRODUCTOS EUROPEOS, como dice la ministra de Agricultura alemana, resaltando el gran activo que supone el mercado único.
Y si para ello hace falta que las frutas y hortalizas europeas luzcan una CE, de alguna forma y siguiendo todos los criterios más exigentes de sostenibilidad, las pondremos.