Viveros Campiñas: «Tenemos una planta sana y adelantada por las lluvias»
Tras una campaña de fresa positiva, el sector viverista ya mira hacia la siguiente con optimismo, enfrentándose a los retos de la falta de mano de obra y reducción de materias activas desde Europa como los grandes desafíos para la sostenibilidad de un sector que continúa con una rentabilidad muy ajustada.
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El sector viverista ha vivido este casi año y medio de pandemia con la preocupación de cómo se iba a comportar la demanda, que según nos comenta Gustavo Herranz, presidente de Viveros Campiñas, no se resintió gravemente por la Covid-19: “Este ha sido similar a un año sin pandemia, dado que el Horeca se compensó con un mayor consumo en el hogar”. Sin embargo, la incertidumbre vino del alto nivel de limitaciones, sobre todo relacionado con la mano de obra, ya que “nuestras empresas son intensivas en trabajadores y eso lo notamos más, incertidumbre, rebrotes y mayores gastos, lo mismo que todas, pero con mucho más personal”, concluye Herranz, quien marca este aspecto como clave en la agenda de los próximos años.
En estos momentos, el comportamiento de la planta en Viveros Campiñas está siendo sanitariamente muy buena, además su desarrollo se ha adelantado a pesar de una primavera bastante lluviosa, ya que las tormentas no fueron tan intensas, como nos comentan desde de la compañía: “Tenemos una planta sana y adelantada por las lluvias”.
«Siguen trabajando en ofrecer plantas lo más sanas posibles para que en producción apenas necesiten tratamientos»
Clave de la buena sanidad de la planta es la desinfección del suelo, otro de los temas que preocupan a los productores y que marca el inicio del proceso que culmina con el trasplante en Huelva. Ante los problemas vividos en los últimos años, el sector demanda alternativas, “ahora mismo las soluciones que se utilizan para la desinfección son el dicloropropeno y la cloropicrina”, pero como añade Herranz, hay que seguir haciendo pruebas y analizando resultados con el ozono o la biosolarización, y aunque en un futuro serán las prácticas más habituales, aún no están implantadas. En estos momentos los viveros siguen trabajando en ofrecer a los productores unas plantas lo más sanas posibles para que cuando se trasplanten apenas necesiten tratamientos fitosanitarios.
Este es otro de los caballos de batalla del sector, ya que un importante porcentaje de reclamaciones de los productores hacia los viveristas es acerca de la sanidad vegetal de la planta, que se ve agravada por la progresiva reducción de materias fitosanitarias, a lo que se suma que se está trabajando con variedades menos rústicas que años anteriores. Ello, unido a las exigencias del mercado de adelantar cada vez más la fecha de arranque de las plantas y las consecuentes mermas de producción, dibujan un escenario que explica la situación de ajustada rentabilidad a la que se enfrenta el sector viverista.
Buenos días, estamos interesados en planta de la variedad Primoris
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