La producción de kiwi en el municipio de Piloña sigue creciendo y además lo hace con paso firme. La iniciativa que la empresa Vega de Aguín puso en marcha hace ya veinte años goza de una excelente salud y sus planes de crecimiento apuntan a que el concejo podría convertirse muy pronto en todo un centro logístico de distribución. A falta de pocos días para que dé comienzo la labor de recogida de los frutos de la nueva cosecha, los responsables de este proyecto empresarial siguen trabajando para cerrar acuerdos que mejoren las perspectivas de futuro de esta aventura empresarial.
El plan de inversiones que dio comienzo el pasado año se asienta ahora con la compra de nueva maquinaria destinada a mejorar el envasado, etiquetado automático y las presentaciones comerciales tipo ‘gourmet’. Se trata principalmente de una máquina italiana que permitirá ofrecer un producto de calidad con una línea estética más adecuada a ciertos tipos de mercado. También se invertirá en utillaje y equipamiento para mejorar la recolección. Paralelamente, en estos últimos días se trabaja en el estudio técnico que permitirá ampliar la superficie que la empresa está utilizando actualmente en las instalaciones de la antigua factoría de Chupa Chups.
Cuando comenzaron a barajarse estos planes de expansión, Manuel Cimas, uno de los promotores, decidió tratar de hacerse con el uso de esta factoría de golosinas que, hasta su cierre hace ocho años, fue uno de los principales motores económicos de Villamayor y de toda Piloña. De esta forma, desde hace algunos meses ya se están utilizando unos quinientos metros cuadrados de las instalaciones, principalmente como zona de almacenaje. Ahora Vega de Aguín ampliará otros mil metros cuadrados, «que se destinarán principalmente a cámara de frío», instalación esencial para mantener la producción.
Estas nuevas mejoras supondrán una inversión, en los próximos dos o tres años, «de unos 600.000 ó 700.000 euros». La cuantía suma, junto a la ya desembolsada en las instalaciones situadas en las fincas, una cifra de un millón y medio de euros, aproximadamente. Para poder llevar adelante este proyecto de expansión, la empresa ha establecido asociaciones con otros productores de diferentes puntos de Asturias. De esta forma, Piloña se convertirá en un gran punto de distribución.
El mercado de este fruto cuenta con una importante demanda y por eso los productores apuestan por incrementar su producción. Actualmente, las fincas de Piloña están ofreciendo cosechas que alcanzan las doscientas toneladas de fruto. «Sin embargo, la colaboración con otros productores nos permitirá prácticamente triplicar esta cifra y llegar a las seiscientas toneladas», señaló Cimas.
«Todo el fruto será cien por cien asturiano y con el sello de Alimentos del Paraíso, puesto que nosotros nos sometemos periódicamente a los controles de las entidades pertinentes», precisó. Sin embargo, las previsiones apuntan a un crecimiento aún mayor para poder alcanzar las 1.000 ó 1.500 toneladas de producción.
Zumos naturales
Actualmente la empresa frutera piloñesa emplea a unas quince personas, en los momentos de mayor labor. «Cuando alcancemos las máximas cotas de producción quizás podamos llegar a los 25 ó 30» pronosticó el impulsor de la empresa. La superficie de cultivo actual, tras las últimas ampliaciones, alcanza unas diez hectáreas, «pero tenemos el objetivo de alcanzar unas quince».
Manuel Cimas también recordó que la empresa tiene activo un proceso de colaboración con la cooperativa de producción de arándanos ‘Picos de Europa’, que utilizan las instalaciones de Villamayor durante el período comprendido entre la primavera y el mes de septiembre, «y que permitirá alcanzar una producción de unas 300 ó 400 toneladas de este fruto».
Vega de Aguín también ha llegado a un acuerdo con la distribuidora Fruasa para potenciar a largo plazo el desarrollo del negocio. «De esta forma queremos que nuestra marca se comience a ver en toda Asturias». Además, existe un proyecto para la elaboración de zumos de manzana y kiwi naturales, sin ningún tipo de aditivo. Cimas se muestra convencido del potencial de estas producciones y defiende Piloña como uno de los mejores lugares para impulsar este tipo de iniciativas.
Fuente: El Comercio