Una política europea común para luchar contra las sequías
Clara Aguilera: "Hace falta unidad a nivel europeo para afrontar esta crisis que está asolando Europa".
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El Parlamento Europeo ha aprobado una resolución, con el respaldo de todos los grupos políticos, en la que insta a la UE a aumentar sus esfuerzos para hacer frente a las consecuencias del cambio climático y, en particular, para luchar contra las sequías, incendios y otros fenómenos meteorológicos extremos en Europa. “Lo ocurrido este verano no es más que un anticipo de lo que puede terminar siendo la situación de cada año”, ha lamentado Clara Aguilera, portavoz socialista de la Comisión de Agricultura en la Eurocámara y ponente alternativa del Grupo Socialdemócrata sobre esta resolución.
En este sentido, los y las socialistas han reclamado una verdadera política europea común que luche contra las sequías, los incencios y la desertificación que están asolando toda Europa. “La ola de calor ha venido acompañada de un gran número de incendios, siendo la situación particularmente dramática en España, con alrededor de 300.000 hectáreas quemadas”, sostiene Aguilera. “Del mismo modo que Europa se ha mantenido unida para afrontar la crisis sanitaria o la energética, ahora hace falta que vuelva a mostrar esa misma unidad ante esta crisis climática”, ha remarcado la eurodiputada. La resolución, compuesta por 63 propuestas, destaca la importancia de avanzar en medidas de adaptación al cambio climático, como asegurar ecosistemas más resistentes a estos fenómenos, reforestación, reverdecimiento urbano o usar cultivos más resistentes al calor extremo.
El texto hace hincapié en la delicada situación de los países mediterráneos y en la tremenda sequía que castiga al continente. “Cabe destacar también la dificultad que están teniendo los agricultores españoles y de gran parte de Europa para cultivar debido a las sequías”, ha destacado Aguilera. Si no llueve pronto en las zonas agrícolas, ha dicho, “es posible que haya una menor producción de alimentos en las próximas campañas”.
La sequía, la peor de los últimos 500 años, viene a sumarse a los grandes problemas que atraviesan hoy agricultores y ganaderos en Europa y puede afectar a la seguridad alimentaria de la UE, “pues las consecuencias están siendo devastadoras para muchos cultivos”, lamenta la eurodiputada. Por eso, defiende, “necesitamos frenar el abandono de las zonas rurales, impulsar sistemas de riego modernos y eficientes, y una mayor planificación para poder afrontar el impacto de esta sequía, así como más apoyo financiero a los productores primarios y más recursos para atajar los incendios forestales”.
Por su parte, el eurodiputado César Luena, miembro de la Comisión de Medio Ambiente en la Eurocámara, también ha insistido en que “Europa se seca y se quema”. Luena ha urgido a la Comisión Europea a que ponga sobre la mesa cuanto antes una estrategia para luchar contra la desertificación. En este sentido, la resolución pide aumentar la preparación para el futuro mediante la redacción de planes para la gestión de sequías e inundaciones y la dotación de mayores recursos para atajar los incendios forestales.
Estrategia sobre el agua
“Necesitamos planes claros de gestión de sequías, y que la gestión de riesgo por incendios forestales se incluya en políticas agrícolas, de desarrollo rural o de empleo, entre otras”, ha señalado. Además, ha destacado la importancia de “recuperar las masas de agua y la seguridad hídrica, con medidas para ahorrar agua, usando fuentes no convencionales y más eficientes”. En el texto aprobado hoy, los eurodiputados y eurodiputadas piden a los Estados miembros la introducción de medidas de gestión de los recursos hídricos, primando el consumo humano y la producción de alimentos.
Sobre este punto, Aguilera ha acogido con satisfacción que la resolución inste a la Comisión Europea a que presente una estrategia global de la Unión sobre el agua, que incluya la organización de una conferencia europea sobre el agua. El objetivo es elaborar directrices sobre la gestión de las cuencas hidrográficas compartidas transnacionales, en particular en caso de que se produzcan sequías varias veces a lo largo del año, y garantizar que los usos del agua se prioricen de forma equilibrada.