Vellsam Materias Bioactivas ha formulado un bioestimulante que ha conseguido minimizar los daños causados por el virus Nueva Delhi en cultivos de calabacín y pepino, uno de los mayores problemas al que hacen frente los agricultores del área mediterránea desde casi una década. Este virus, transmitido por mosca blanca, puede afectar tanto a hojas como a frutos en cualquier etapa del cultivo, dando como resultado frutos deformes, de menor tamaño y con malformaciones en la piel, que acarrea problemas de rendimiento en el cultivo, así como pérdidas económicas considerables para el agricultor.
Vellsam ha diseñado una nueva fórmula que consigue reducir este problema, un bioestimulante inductor de resistencia frente a este virus, que mantiene los parámetros de calidad de producción en plantas afectadas.
Así ha quedado demostrado en un ensayo realizado en una finca privada en El Ejido (Almería), en un cultivo de calabacín de una variedad de referencia que mostraba signos evidentes de padecer el virus Nueva Delhi. El ensayo se realizó en una superficie de 10.000 metros cuadrados, dividida en varias parcelas, en las que se enfrentaban aquellos calabacines de testigo con otros en los que se aplicaba el nuevo bioestimulante de Vellsam, Eklovit.
En el ensayo, se realizaron aplicaciones foliares de Eklovit cada 7-10 días durante todo el ciclo, con una dosis de 1,5 cc por litro de agua. La severidad de la enfermedad durante el ensayo se llevó a cabo a partir de una escala de síntomas visuales preestablecida, de cero a cinco de menor a mayor severidad, durante los primeros 30 días de tratamiento, mostrando un valor menor de severidad en aquellos calabacines tratados que en el testigo.
La zona tratada con Eklovit aportó también resultados muy superiores en producción final al control, con un incremento de más de 20% en la producción acumulada comercial, gracias a la baja presencia de frutos afectados.
Eklovit, la solución desarrollada por Vellsam, contiene una base equilibrada de nitrógeno, fósforo y potasio (NPK), diversos extractos botánicos tanto terrestres como procedentes del mar, que aportan fitohormonas como auxinas, citoquininas y alginatos, junto con aminoácidos específicos, manitol, azúcares neutros y pequeñas cantidades de vitaminas que potencian la producción en cultivo de calabacín, pese a la afección de este virus.