Tras los vaivenes que ha provocado la pandemia, el sector parece que afronta una nueva etapa de crecimiento, aunque siendo consciente de la incertidumbre que aún afecta al mercado. El consumo en el hogar, poco a poco, va también normalizándose tras el pico de los confinamientos y el sector espera que la vuelta definitiva al trabajo traiga consigo un repunte del consumo de IV y V gama.
Sin embargo, la caída de estos productos en los últimos meses ha provocado una reestructuración de la estrategia de muchas empresas hacia productos con mayor penetración en el mercado, por lo que las innovaciones quizá empecemos a verlas a final de 2022.
Estos meses han puesto en valor a un sector “preparado” para una situación tan extrema como la que vivimos con la pandemia; la seguridad alimentaria junto a la sostenibilidad estuvieron fuera de dudas. Sin apenas margen, las empresas ya tenían incorporadas en sus procesos estas premisas que aportaron confianza a los consumidores.
Este 2022, a diferencia de 2021, se prevé como un año de transición en cuanto a novedades. El pasado año postconfinamiento se lanzaron muchas referencias y quizá esta campaña sea el momento para replanificar objetivos y estrategias.