Los consumidores disponen de peras y manzanas todo el año.La World Apple and Pear Association (WAPA) incide sobre las prácticas de almacenamiento y sus importantes efectos sobre la calidad y vida útil de las manzanas y peras, y la experiencia de consumo. En una comunicación enviada a SimFRUIT (Portal Oficial de la Fruta Chilena de Exportación), la asociación destaca que el almacenamiento de manzanas y peras es una práctica común dentro del sector. Una praxis utilizada para abastecer a los mercados durante toda la temporada con un alto nivel de calidad para ofrecer una placentera experiencia al consumidor.
La WAPA destaca que a nivel mundial la producción de manzanas es de aproximadamente 85 millones de toneladas y la de peras de 25 millones. La cosecha en el Hemisferio Norte discurre entre septiembre y octubre y en el Hemisferio Sur entre febrero y marzo. En cada una de las zonas de producción, el tiempo de cosecha puede fluctuar según las condiciones climáticas, la latitud de la región de producción y de las variedades (tempranas o tardías).
En ese marco la entidad releva que, dado el gran volumen de manzanas y peras cosechadas, éstas no pueden ser consumidas de forma rápida o de una sola vez. Por ello se hace necesario que, una vez cosechadas y envasadas, las manzanas y las peras se almacenen y luego se coloquen progresivamente en el mercado, según la demanda.
“Los consumidores están acostumbrados a contar con la disponibilidad de manzanas y peras en las tiendas durante todo el año. Estas frutas son una fuente fácil y deliciosa para aumentar la ingesta diaria de fibra, posicionándose como frutas saludables y fuentes de energía para la dieta diaria. Como alimento natural, no contienen azúcares añadidos. Al mismo tiempo no tienen grasa y sal, siendo una buena fuente de nutrientes y fitonutrientes. Estos valiosos atributos convierten a las manzanas y las peras en perfectos snacks dentro de cualquier dieta”, precisa la WAPA en el documento.
Asimismo, dicha Asociación añade que tanto las manzanas como las peras son frutas muy adecuadas para el almacenamiento. Por lo tanto, los consumidores pueden contar con ellas todo el año, conservando sus nutrientes y calidad.
Para alcanzar ese objetivo, describe la WAPA, estas frutas necesitan ser almacenadas con altas tecnologías y métodos adecuados. Con el apoyo de un número de herramientas de post-cosecha, la fruta se puede almacenar durante varios meses, sin pérdida de calidad. A diferencia de lo que ocurre cuando se almacenan sin utilizar ningún tipo de herramienta, en cuyo caso, cuanto más tiempo permanece almacenada la fruta, mayor es la pérdida de su calidad. Lo anterior es fácil de comprobar por cualquier persona, ya que, al dejar una manzana en un mostrador durante algún tiempo, ésta comienza a deshidratarse (arrugarse) y a perder su crocancia. Ahora bien, si la manzana es colocada en el refrigerador, ésta dura un tiempo más. Todo lo cual deja claro que tecnologías, herramientas y métodos de almacenamiento combinados contribuyen a un mayor potencial de almacenamiento.
“Hay varias tecnologías y métodos de almacenamiento disponibles para el sector, que preservan la calidad de la fruta por mucho más tiempo que simplemente el enfriar la fruta. Las técnicas pueden variar desde diferentes controles de temperatura en la cámara, incluyendo las cámaras de almacenamiento de bajo contenido de oxígeno, a los tratamientos postcosecha para preservar la calidad. Si bien la fruta seguirá madurando, lo hará a un ritmo más lento, preservando la calidad y la frescura durante mucho más tiempo. Todo lo que permitirá proporcionar a los consumidores una experiencia de consumo satisfactoria y de alta calidad. Con estas técnicas de almacenamiento y métodos, el sector puede seguir sirviendo a los consumidores con una diversidad de sabores y texturas de variedades”, concluye la entidad en su declaración.
Fuente: valenciafruits.com