La experiencia en distintos cargos, tanto en instituciones públicas como en la empresa privada, le dice que la comunicación es muy transversal e implica a todos los departamentos de cualquier entidad. Desde hace casi tres años, Tania López dirige el marketing y la comunicación de Grupo La Caña e imprime el “equilibrio” que, según ella, es necesario para todos esos departamentos caminen de la mano hacia un objetivo común.
El marketing y la comunicación parecen solo una cuestión de mujeres. El hecho de que se las encasille en determinados puestos, ¿ha sido una barrera para su desarrollo profesional? Me gustaría matizar un poco esta cuestión. Es verdad que hay muchas mujeres dedicadas al mundo de la comunicación, pero sobre todo en puestos intermedios, los cargos de mayor responsabilidad están en manos de hombres. Con esto quiero decir que, si bien es cierto que en muchas empresas, organizaciones, e incluso instituciones, la comunicación está en manos de las mujeres, aquellas que realmente quieran implantar cambios y llevar a cabo estrategias de calado en la sociedad lo tienen muy difícil. Aún así, en lo que respecta a mi trayectoria profesional, esto nunca ha supuesto una barrera; he desarrollado mi profesión en diferentes medios, en comunicación corporativa y ocupando diferentes puestos.
¿Qué cree que aporta una mujer en el trabajo del marketing y la comunicación en un sector donde la mayoría de los puestos de responsabilidad están ocupados por hombres? Sobre todo, equilibrio. La nuestra es una disciplina muy transversal, que afecta prácticamente a todos los ámbitos de la empresa, de forma tanto interna como externa. En cualquiera de ellas existen muchos departamentos, la mayoría liderados por hombres; las mujeres aportamos el pensamiento estratégico, una visión distinta, mayor sensibilidad, prestamos más atención a los detalles y, gracias a la transversalidad de la comunicación, logramos trasladar todos estos valores al resto de departamentos. Asimismo, la comunicación no es solo importante para construir una marca, sino que también interviene en la relación de las entidades con la sociedad y, en este sentido, aportar ese equilibrio también es fundamental.
“Debemos intentar que la sociedad nos vea como el gran sector que somos”
¿Ha podido transmitir en sus campañas una línea de comunicación de la marca más igualitaria? Es lo que intentamos. Tenemos la necesidad de visibilizar mucho más el papel de la mujer en el agro, tanto a nivel interno como de forma más general, de cara a la sociedad. Cada vez son más las mujeres que lideran sus propias explotaciones, que ya no solo pasan de padres a hijos, sino también de padres a hijas. Nosotros intentamos que la mujer esté más presente en nuestras campañas, pero no en los roles típicos, no como una madre que va al supermercado a hacer la compra. Queremos que esté presente como parte activa del cambio en nuestro sector.
A nivel general, ¿cuáles son los puntos en los que cree que deben mejorar el marketing y la comunicación del sector hortofrutícola? Sobre todo, y esta es una tarea que depende de todos, de las empresas, pero también de los medios de comunicación generalistas y de la prensa especializada, debemos poner el foco donde es necesario. A nivel de comunicación, parece que nos contamos las cosas a nosotros mismos: yo leo a mi competencia, la sigo, leo los medios especializados, pero tenemos que ir más allá y llegar a la sociedad. No podemos permitir que lo que pasa en el campo se quede ahí, dentro del sector, sino que debe trascender. Debemos intentar que la sociedad en general nos vea como el gran sector que somos: un agro potente, con grandes recursos y muy buenos profesionales.