Surtido, calidad, conveniencia y competitividad en precios generan frecuencia de compra
AURELIO DEL PINO, PRESIDENTE DE ACES
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Las cadenas de distribución organizadas son ciertamente un comprador fundamental para nuestro sector hortofrutícola; no obstante, no somos el primer destino de la producción española ya que —simplificando las magnitudes— la mitad va hacia mercados exteriores, una cuarta parte para la industria y el restante cuarto se distribuye entre las cadenas de alimentación y las fruterías tradicionales. Este enfoque es importante cuando se trata de diseñar las medidas normativas y las líneas, instrumentos y Política Agraria.
Sin embargo, nuestra cuota de mercado nacional en frutas y hortalizas frescas es donde sí somos relevantes para los productores, y nuestros proveedores son muy importantes para nosotros. La relevancia de la distribución organizada en la evolución del mercado de las frutas y hortalizas español ha crecido exponencialmente. Una tendencia que ha provocado un beneficio de ida y vuelta. Por un lado, los supermercados ofrecen al productor un acceso masivo a sus clientes, garantizando la calidad y la frescura del producto y la estabilidad en el flujo de ventas, o sea, en tranquilidad para los productores. Por otro lado, la oferta de frutas y hortalizas supone para los supermercados uno de sus elementos más diferenciadores respecto a otras tiendas de cara al consumidor.
Así, el diseño de la oferta comercial de cualquier supermercado es una máxima. Una buena gestión que combine surtido, calidad, conveniencia y competitividad de precios genera frecuencia y recurrencia en la compra. El área dedicada a estos productos, y el protagonismo y visibilidad dentro de la tienda han aumentado considerablemente a lo largo de los últimos años. Nuestro sector es especialmente atractivo para la introducción de todas las innovaciones que aporten valor al consumidor.
AJUSTE EN LOS PRECIOS
La optimización y eficacia forman parte del ADN de la distribución alimentaria organizada. Una realidad que nos ha permitido poner en marcha todos los mecanismos posibles para que el consumidor pueda acceder a estos productos frescos sin sacrificar calidad durante los últimos años. Para ello, hemos trabajado mano a mano con los productores, especialmente con los locales, apostando por la proximidad; hemos conseguido que desde la Administración se haya reducido el IVA para algunos productos; se han implementado innovadores políticas comerciales de promociones y descuentos, y se han desarrollado formatos de venta más accesibles. Pero, además, podemos afirmar —y los datos de terceros así lo muestran— que las cadenas de distribución han reducido también sus márgenes comerciales, ofreciendo en todo momento al consumidor la mejor solución posible al menor precio posible. Y todo esto con el marco normativo de la Ley de la Cadena Alimentaria, que ha llevado a la distribución a tener que incorporar los costes efectivos de producción de todos los eslabones previos.
De forma paralela, la experiencia y los procesos de mejora constante permiten optimizar la eficiencia a lo largo de toda la cadena de suministro. También nos ayuda mucho la colaboración y la profesionalidad cada vez mayor de nuestros proveedores. En este sentido, la comunicación y transparencia entre todos los eslabones de la cadena alimentaria es clave para mitigar la inflación.
Aportar valor
La transformación ha sido impulsada tanto por cambios en los hábitos de consumo como por la necesidad de adaptarse a las tendencias de salud, sostenibilidad y conveniencia. Se ha incrementado la oferta de productos frescos, incluyendo variedades menos comunes o productos exóticos, dando respuesta a la mayor diversidad alimentaria y el deseo de los consumidores de probar nuevas opciones, y ha crecido también la apuesta por productos locales y de proximidad y de productos ecológicos. Además, se ha trabajado en el diseño de la experiencia de consumo, reduciendo el uso de plástico, creando nuevos formatos listos para consumir y mejorando constantemente la oferta de frescos disponible a través de la compra online.
Por otra parte, se ha desarrollado mucho la oferta de la IV Gama, el packaging de conveniencia y nuevas soluciones de horneado, ya que el consumidor siempre está abierto a aceptar y pagar por propuestas y soluciones que aporten valor.
IMPORTANCIA DE LA MARCA
Sin lugar a dudas, el poner una marca detrás de un producto supone para los productores de frescos el mismo compromiso que para cualquier industria, ya que detrás hay que garantizar unos estándares constantes de calidad. No se puede defraudar la expectativa del consumidor ofreciendo bajo una marca un producto que sea distinto cada vez. Ya existen en España marcas del sector de las frutas y hortalizas muy reconocidas y valoradas por el consumidor. En nuestro país disfrutamos, históricamente, de una calidad muy alta en estos productos y quizá esto ha ido en contra de la creación de marcas que diferencien a un productor de otro. Pero hoy las reglas han cambiado, el cliente es más exigente y tiene más información que nunca y desarrollar marcas es una manera óptima de crear valor para tu producto diferenciándolo de la competencia y fidelizando a tus consumidores.
Oferta Bio
La apuesta por esta línea de productos por parte de nuestros asociados es total. Sin embargo, siendo España el primer país europeo en superficie de producción ecológica, el consumo de estos productos está por debajo de la media comunitaria. A día de hoy, se estima que ocupan un 1%-2% de la cesta de la compra.
Desde ACES, junto a otras entidades como ASOBIO y ECOVALIA, insistimos en la necesidad de impulsar el sector para fomentar productos ecológicos asequibles y accesibles, siendo una producción alineada con los objetivos de la Agenda 2030. Gracias al esfuerzo de la cadena de valor, especialmente de productores y distribución organizada, hemos conseguido en los últimos años que la brecha de precio entre productos certificados y no certificados se haya reducido de manera general del 30% ó un 40% a un 10% y se continúa demandando un mejor tratamiento fiscal como la reducción del IVA, que llevamos años reclamando, así como una mayor implicación de las Administraciones Públicas a través de campañas de comunicación.
Clave en el desarrollo de la categoría:
• Diseño de la sección.
• Optimización de costes.
• Apuesta por productos de valor y conveniencia.
• Comunicación y transparencia con los proveedores.
• Dar importancia a las marcas.