El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha destacado durante su intervención en la asamblea de Hortyfruta, en El Ejido (Almería), las “buenas perspectivas” y la “oportunidad” de un momento que sitúa al sureste andaluz, “desde ahora y hasta el final de la campaña”, como el principal mercado de origen de hortalizas frescas de Europa. Así lo ha apuntado durante el encuentro anual de la Organización Interprofesional de Frutas y Hortalizas de Andalucía (Hortyfruta), en el que, ante la situación de ventaja competitiva que conlleva el descenso de las temperaturas en el continente y la consecuente ruptura de la continuidad de las producciones centroeuropeas, ha abogado por un “último esfuerzo de todos” para conseguir poner en ejecución el 100% de la Estrategia de Restos Vegetales y “no bajar la guardia” en una materia “vital” como el control biológico para “diferenciarnos aún más por la sostenibilidad”.
Sánchez Haro ha marcado la necesidad de que las hortícolas bajo plástico avancen en estos retos para mejorar así, “aún más”, las posibilidades de esta campaña y de las futuras. En este punto, ha invitado al sector a aprovechar al máximo la ayuda agroambiental dirigida a invernaderos, que, tras una asignación de 11 millones de euros en 2017, volverá a convocarse en 2018 con otros ocho millones de euros más para valorizar restos como abono orgánico en verde o en forma de compost. Del mismo modo, ha recordado la importancia del control biológico para luchar de manera eficaz contra la virosis, en especial en los cultivos de primavera y verano, y para realzar la excelencia de unas producciones “seguras y respetuosas con el medio ambiente”. El titular de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural también ha defendido “seguir dando pasos” en producción ecológica desde la colaboración permanente a través de la mesa provincial.
Déficit hídrico
Otro de los “desafíos acuciantes” que tiene sobre la mesa la horticultura almeriense es, desde la óptica de Rodrigo Sánchez, la disminución del déficit hídrico. Para solventarlo, según ha apostillado, desde la Administración autonómica se han puesto en marcha las obras de las depuradoras de Huércal-Overa, Níjar y Uleila del Campo y la licitación de la de Antas, con una inversión de 18,4 millones de euros que permitirá tratar aguas para su uso en el regadío. A ello le ha sumado el desbloqueo y la agilización de las concesiones de agua, como las que entregó la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en El Ejido el pasado 24 de noviembre, o la convocatoria de 66 millones de euros para la mejora de regadíos en toda la comunidad, sin olvidar el destino de ocho millones al acondicionamiento de caminos rurales en Almería. También se ha presupuestado para 2018, “en respuesta a las demandas de los regantes”, el estudio de viabilidad de una nueva desaladora en el Levante.
No obstante, todo esto “no es suficiente” en la medida en que “el Gobierno central también tiene que hacer su trabajo y así se lo voy a reclamar con insistencia”. Sánchez Haro se ha referido, con ello, a actuaciones que, al estar declaradas como de interés general del Estado, son competencia del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Entre ellas, la reconstrucción de la desaladora del Bajo Almanzora, “con una ampliación de su capacidad desde los 15 hasta los 25 hectómetros cúbicos anuales”, el aumento del potencial de la de Carboneras o la ejecución de las conducciones del Campo de Tabernas. Asimismo, ha reiterado la reivindicación de la rebaja en el coste del agua desalada, que sí se aplica en Murcia y Alicante, y el establecimiento de una ley estatal que lo regule para “evitar privilegios”.
Concentración y cadena agroalimentaria
Tras definir a las organizaciones interprofesionales como Hortyfruta como las “mejores herramientas de cooperación”, el consejero ha expuesto la pretensión de abrirlas a otros eslabones de la cadena agroalimentaria con la incorporación de la distribución a través de la futura Ley de Agricultura y Ganadería de Andalucía, algo que “creemos imprescindible que se repita a escala nacional”. También ha mostrado su apoyo a la creación de una entidad similar de ámbito europeo, “aunque ha de venir acompañada también de una legislación comunitaria que lo facilite”.
Por último, ha resaltado la importancia de ahondar en la concentración de la oferta, un punto en el que ha recordado el modelo para que los agricultores de alhóndigas se constituyan en Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) con el fin de que puedan acceder a unos fondos operativos que han inyectado en el campo almeriense 161 millones de euros entre 2013 y 2016. Hacia la misma dirección caminan el recién publicado decreto de Entidades Asociativas Prioritarias Agroalimentarias de Andalucía (EAPA), que anima a las cooperativas a unirse, o las ayudas para los procesos de fusión e integración (3,3 millones en 2017 que se verán reforzados con una nueva convocatoria en 2018).
Hortyfruta
Hortyfruta, que representa el 92% de la comercialización hortícola intensiva de Andalucía, ha lanzado al mercado en la campaña 2016-2017 un volumen de 3,2 millones de toneladas de frutas y hortalizas por valor de 3.257 millones de euros. En el ejercicio actual, abarca a un total de 42.601 hectáreas de producción, 19.268 agricultores y 112.162 empleos directos. Entre sus actividades, destacan aspectos como la higiene rural en las zonas de producción hortofrutícola bajo abrigo (investigación, formación y certificación de buenas prácticas), la apuesta por la calidad (con una atención especial al melón y la sandía) y la promoción (campañas en Alemania y Reino Unido, estudios de mercado y defensa de la imagen del sector), sin olvidar el fomento de la lucha integrada y el control biológico de plagas.
Colaboración con el Ifapa
En septiembre de 2017, la Interprofesional de Frutas y Hortalizas de Andalucía, además, ha renovado el convenio de colaboración firmado en 2012 con el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa) para la realización de actividades de formación y programación agroalimentaria. De este modo, se prorroga, por cuatro años más, un acuerdo que, desde 2014, incluye también un capítulo específico dirigido al fomento de la investigación, la innovación y la formación.