En España, el descenso de la producción se ha debido principalmente, según el presidente del Comité de Patata de FEPEX, Jose Ramón Aguado, a las condiciones climatológicas, ya que la primavera ha sido demasiado húmeda, lo que obligó a sembrar con mucha humedad, perjudicando la siembra; además, el verano ha presentado muchos altibajos en cuanto a temperaturas y la planta no ha desarrollado bien.
El número de hectáreas de patata plantadas en España, según los avances del MAPA en esta campaña asciende a 67.810 hectáreas, un 4,3% menos que en 2017, siendo las principales comunidades autónomas productoras Castilla-León, con una superficie aproximada de 19.351 hectáreas, correspondiendo 12.886 a patata tardía, seguida de Galicia con 17.221 hectáreas y Andalucía con 10.542. El volumen de producción asciende, según la misma fuente, a 1.978.000 toneladas, correspondiendo 92.000 a patata extratemprana, 372.000 a patata temprana, 832.000 a patata de media estación y 691.000 a patata tardía.
En Europa, la NEPG considera que el rendimiento medio en el cultivo de patata de Francia, Alemania,Bélgica y Países Bajos en esta campaña es el más bajo desde hace muchos años y un 13,1% más bajo que la media de los últimos 5 años. Destaca, además, que hay enormes diferencias entre la producción irrigada y la no irrigada y también entre variedades y lugares de producción, lo que hace que el rendimiento en Europa oscile fuertemente, entre 18 y 80 toneladas por hectárea.
En las estimaciones de producción realizadas por esta misma organización a mediados de año ya se preveía un descenso de del rendimiento medio del 4,4%, que finalmente ha sido mayor. En Bélgica, por ejemplo, la estimación actual es de 38,1 toneladas por hectárea, un 29% menos que en la pasada campaña y un 24% menos que en la media de los últimos cinco años.
La superficie plantada para los cinco países que integran la NEPG ha crecido un 1%, totalizando 595.587 hectáreas.
Fuente: fepex.com
