Este derecho está amparado por tanto por la Ley de Consumo ya que se encuadra dentro de la protección de la salud y la seguridad del usuario. En este sentido, la abogada de Legálitas incide en que también se podrán reclamar daños y perjuicios al establecimiento. Pero, ¿qué ocurre si el producto está en mal estado pero el comercio rechaza su devolución? La alternativa reside en hacer fotos del bien perecedero y sus defectos y entregar una de las hojas de reclamaciones en las oficinas de Consumo. «El establecimiento se expone a recibir un expendiente sancionador», explica Durán.
En el caso de productos rotos, los consumidores también pueden solicitar el reembolso del importe del producto o pedir el reemplazo. Esta es una situación que contemplan la mayoría de cadenas de supermercados en su política de devoluciones. No obstante, tal y como recueda Durán, los productos perecederos en buen estado no se pueden devolver, salvo que se especifique lo contrario en el ticket de compra.
Los cambios no son obligatorios
Desde la OCU recuerdan que las tiendas no tienen la obligación de realizar cambios de ningún tipo de bienes ya que la ley solo contempla la devolución cuando el artículo presenta algún tipo de defecto y cuando la compra se realiza a distancia, con 14 días de plazo para ejercer el derecho de desistimiento. No obstante, este derecho tiene excepciones, como la que se aplica a los productos frescos y próximos a caducar, tal y como se mencionaba al principio del texto.
A pesar de que las devoluciones no son prescriptivas, una gran mayoría de establecimientos cuentan con políticas comerciales favorables al consumidor y permiten el reembolso a cambio del dinero o de otro producto, normalmente cuando se trata de bienes como ropa, electrodomésticos, objetos de decoración u otros bienes imperecederos.
En cambio, si el producto comprado tiene una tara o un defecto de origen, el establecimiento sí está obligado a reemplazarlo por otro en perfecto estado o a reparar el producto. Desde la organización de consumidores citan otras soluciones como pedir la rebaja del precio o la devolución del artículo alegando la resolución del contrato.
Fuente: ABC