Los comercializadores españoles han observado un descenso del volumen brasileño, Bélgica se ha visto inundado de melones últimamente y los importadores holandeses temen que la oferta retrasada de Costa Rica llegue al mercado toda de una vez. Los comerciantes de Estados Unidos y China no están tan preocupados, puesto que el mercado es estable. Australia se ha comprometido a ampliar la temporada y también apunta al mercado internacional. En Sudáfrica existe la amenaza de sobreoferta después de que muchos productores decidieran cambiarse al cultivo de sandía tras los exitosos resultados de la temporada pasada.
España: Baja la oferta y suben los precios rápidamente
Los melones Piel de Sapo brasileños dominan el mercado español. Este es el melón más consumido en España, y Brasil es uno de los pocos países de Latinoamérica donde se puede cultivar esta variedad. En verano, las sandías también tienen demanda, pero su oferta es principalmente local. A comienzos de la temporada, en marzo y abril, también hay espacio para las importaciones de Senegal, donde las empresas españolas están invirtiendo en los últimos años.
Las condiciones meteorológicas han sido favorables durante la temporada brasileña, pero ahora las lluvias torrenciales están provocando que la producción descienda y los precios están subiendo rápidamente, tras la inestabilidad registrada en enero. En los últimos quince días, la oferta ha caído un 40% y la demanda se ha incrementado.
Los viveristas españoles están trabajando horas extras porque los productores han comenzado con la plantación. En los dos últimos años, los productores tienden a plantar más sandía que melón, ya que generan mayores beneficios. Todavía es pronto para saber la superficie que habrá destinada a melón y sandía en la campaña de 2017.
Los productores sicilianos respiran aliviados
En la región siciliana de Licata, conocida por sus melones cantalupos Red Falcon, las medidas preventivas aplicadas para evitar que los virus ataquen a los melones han sido eficaces. Las coberturas de textil no tejido y las mallas anti-insectos han logrado evitar la propagación de moscas blancas, responsables de la transmisión de enfermedades. Tras las preocupaciones de diciembre y enero, la situación ha mejorado. La fruta tiene ahora el calibre de una naranja y la cosecha está prevista para abril.
En el mercado mayorista, hay melones de Brasil y Marruecos. Los precios varían dependiendo del envase, el país de origen y la variedad. Los melones escriturados de Brasil cuestan 1,90 euros por kilo, mientras que los marroquíes de calibre 5/6 cuestan 2,90 euros por kilo. El Charentais de diferentes orígenes y en envases de 4 piezas cuesta 4 euros por kilo. Los melones amarillos brasileños, en envases de 6, tienen un precio de 95 céntimos por kilo.
Países Bajos: Costa Rica lleva retraso. ¿Llegará todo de golpe?
El mercado del melón se enfrenta en estos momentos al retraso de la oferta costarricense por el mal tiempo. Como resultado, en particular en lo referente a las sandías y los melones cantalupos, el suministro es muy limitado. Honduras cuenta con oferta suficiente de Galia, pero no es capaz de cubrir el vacío con melones cantalupos. Brasil todavía está enviando melones amarillos, lo que da lugar a cierto solapamiento con Costa Rica. El precio de los melones amarillos, que se sitúa en 9 euros, sigue siendo razonable, pero debido a que los volúmenes son elevados, las ventas no han cobrado mucho ritmo. Hay melones Galia suficientes de Honduras, aunque su calidad es un poco decepcionante. Su precio (en la actualidad, 5-6 euros) también se mantiene bajo. Dentro de unas semanas, los importadores teman que se produzca cierto pánico en el mercado, pues es posible que toda la fruta retrasada llegue al mercado europeo al mismo tiempo.
Francia importa de África
Los primeros melones de Senegal y Marruecos han llegado al mercado francés. La oferta consiste, sobre todo, en melones Charentais a un precio de 2,80 euros.
Bélgica se ve inundada de melones
Brasil ha enviado un volumen excesivo de melones al mercado belga, por lo que los precios han caído. Un importador calcula que el mercado europeo puede absorber unos 100 contenedores semanales, pero durante algunas semanas han estado llegando 180 contenedores. «Por descontado, el consumo puede ir subiendo y bajando, pero su efecto es mínimo». Desde el punto de vista del precio, la campaña ha sido decepcionante. Durante la mayor parte de la temporada, los precios de la sandía se han situado en 60 céntimos; actualmente, el precio ha subido a 1,30 euros. Este aumento de precio era necesario, pues los comerciantes han estado perdiendo dinero gran parte de la campaña. Los precios de los melones cantalupos, amarillos y verdes también han sido decepcionantes. Tan solo los de los Charentais han logrado niveles bastante buenos. Además, Brasil, Honduras y Guatemala también están en el mercado.
Los noruegos quieren sandías, pero solo en verano
Debido al frío, apenas hay demanda de sandías y melones. Las sandías son el favorito indiscutible entre los consumidores noruegos, según un comerciante. Un importador explica que la demanda se limita a la temporada alta (verano). Las sandías españolas suelen ser las más demandadas cuando es temporada, entre mayo y septiembre. En la actualidad, la temporada de importación desde Ecuador se desarrolla sin problemas significativos.
Los productores israelíes pierden dinero
Los productores israelíes están planificando la próxima temporada y tienen que hacer frente a decisiones difíciles tras las complicaciones del año pasado en el mercado nacional. El grueso de la producción se vende en el mercado interno. En los meses de verano, la demanda es elevada. En los últimos años, en especial el pasado, el mercado nacional ha sufrido una inundación de melones que ha hecho bajar los precios, por lo que los productores han estado haciendo muy poco dinero.
El país dispone, aproximadamente, de 2.500 hectáreas dedicadas el cultivo de melón, con una producción media de 75.000 toneladas. Además, se importan pequeños volúmenes antes del inicio de la temporada nacional. En total, se colocarán en el mercado interno alrededor de 60.000 toneladas, más de lo que se demanda, en realidad. Como resultado, los precios se mantienen alrededor de 1 euro por kilo, que, en la mayoría de los casos, apenas cubre los costes de producción.
La exportación es lucrativa, pero, en comparación, tan solo una pequeña parte del volumen es adecuado para la exportación. Las exportaciones no pueden compensar las pérdidas sufridas por la mayor parte de los productores en el mercado nacional. Los melones israelíes tan solo pueden cubrir una pequeña porción del mercado europeo entre las campañas de España y Brasil.
Los precios se disparan en China tras las tormentas
En los meses de invierno, la oferta de melón procede de Hainan, isla tropical del sur del país. Los precios se han incrementado en las últimas semanas y se espera que alcancen pronto su pico. La causa del aumento de los precios son los daños provocados por los tifones en la segunda mitad del año. Las tormentas han dañado los cultivos, aunque los productores han invertido en nuevas plantaciones, por lo que se prevé que el precio vuelva a bajar en los próximos meses, conforme se vaya poniendo en marcha la producción de nuevo. En los meses de invierno, también se importa sandía desde los países vecinos del sur. La mayoría de estas importaciones llegan por carretera. En los meses de verano, los melones se cultivan en todas las principales provincias agrícolas de China, en concreto Shandong, Shaanxi, Henan y Shanxi. Tanto las sandías como diversas variedades de melones escriturados disfrutan de una fuerte demanda.
Australia: Ampliación de la temporada y exportaciones
En este inmenso país se dan dos situaciones diferenciadas. En Queensland, en el este, el calor es extremo; sin embargo, en el oeste, el clima es lluvioso. Un comerciante y productor de Hamel, en el oeste del país, dice que el mercado se está recuperando después del lluvioso comienzo de la temporada. Pese a que la campaña todavía está en sus inicios y que ha comenzado con lluvias, las expectativas apuntan a que la temporada será buena. Un productor explica que están estudiando la posibilidad de cultivar melones más hacia el norte, lo cual permitiría ampliar la temporada. Si el cultivo en la región de Carnarvon se lleva a término, el comerciante podría ofrecer un programa de melones durante todo el año. en Hamel, la temporada va de enero a mayo, y Carnarvon podría cubrir el mercado durante el resto de meses.
En el mercado interno, la oferta va en aumento, por lo que los productores están cada vez más interesados en las exportaciones. Esta temporada, Japón le ha abierto su mercado a los melones australianos.
Mercado estable en Estados Unidos
En la actualidad, hay oferta de Centroamérica, en especial de Guatemala, Honduras y, en menor grado, de Costa Rica. La oferta de estos melones suele producirse de noviembre a últimos de abril. De mayo a noviembre, hay producto nacional, que se cultiva, sobre todo, en California y Arizona.
La campaña de invierno del melón es estable. Los volúmenes son más reducidos que en verano, cuando el mercado, tradicionalmente, es bueno. En cuanto a las importaciones, en la costa este es más barato traer la fruta de Honduras que de México. En consecuencia, los exportadores mexicanos se centran más en la costa oeste para buscar compradores para sus melones.
Sudáfrica: Amenaza de sobreoferta tras un buen año
No existen cifras oficiales sobre el mercado del melón, ya que no se registran. Según las estimaciones, anualmente se comercializan unos 2 millones de melones en el mercado de frutas y hortalizas frescas de Tshwane, pero ello no incluye las entregas directas a los supermercados y comerciantes a través de otros mercados. Una cantidad considerable de sandías, alrededor del 40%, se vende en mercados callejeros del mercado citado anteriormente.
La temporada comienza a mediados de septiembre en el norte del país, cerca de la frontera con Botsuana y Zimbabue. Las sandías de las provincias del Estado Libre, el Cabo Occidental y el Cabo Oriental están disponibles entre mediados de diciembre y febrero. La temporada llega a su fin en torno a abril.
Los precios fueron excepcionalmente altos el año pasado por efecto de la sequía. La calidad de las sandías fue buena por las condiciones de sequedad, puesto que las enfermedades no tuvieron opción de propagarse. La temporada se alargó más de lo normal y la demanda fue elevada. Este atractivo mercado atrajo a muchos productores el mercado de la sandía, por lo que este año se prevé un gran volumen. No obstante, desde Navidad, se han registrado algunas lluvias, lo que podría acarrear una mayor incidencia de enfermedades y una baja da de la demanda. Este año, todo apunta a que habrá sobreoferta y precios más bajos que el año pasado.
Fuente: Fresplaza.es