Ante un sector manufacturero que presiona para mantener un comercio fluido y sin aranceles, el ministro confirma lo que el primer ministro, Boris Johnson, ya había indicado: que el Reino Unido quiere desligarse del bloque.
«No habrá armonización, no acataremos órdenes, no estaremos en el mercado único y no estaremos en la unión aduanera, y lo haremos para final de año (al fin del periodo de transición)», afirma Javid.
El canciller del Exchequer insta a la compañías farmacéuticas, automovilísticas, aeroespaciales o alimentarias a «ajustarse» a la nueva realidad y recuerda que han tenido tiempo para hacerlo desde que los británicos votaron por salir de la UE en un referéndum en 2016.
Reconoce que «algunas empresas se beneficiarán y otras no» de la ruptura con el bloque europeo, pero subraya que lo importante es que ahora tienen certeza, al tiempo que augura que a más largo plazo la británica «seguirá siendo una de las economías de más éxito de la Tierra».
Aunque no especifica qué normativas europeas desearía mantener o descartar, Javid indica que para los servicios financieros buscará una equivalencia normativa «enfocada a los resultados», es decir, que lo importante será obtener el mismo fin aunque el marco sea diferente.
El ministro explica que su visión para la economía posterior al «brexit», que se reflejará en el primer presupuesto del Estado el 11 de marzo, se basa en un «capitalismo humano», donde quiere potenciar las cualificaciones de los británicos y el progreso de las zonas más retrasadas del país.
Fuente: eldiario.es