Reacciones ante la ampliación del cupo de retirada
Lo que el pasado viernes parecía que complacía a todos, hoy ya no, y son muchas las voces que se levantan reclamando más actuaciones a la administración.
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Las organizaciones de productores españolas valoran la ampliación del cupo de retirada para la fruta de hueso que comenzó ayer, tras el visto bueno de Bruselas, pero la consideran insuficiente para resolver la crisis de este sector, para el que piden medidas de urgencia así como planes estructurales.
El presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) en Lérida, Pere Roque, ha explicado que las 20.000 toneladas extras de cupo son «positivas» aunque «se podría haber hecho algo más desde Europa» y llegar a las 40.000 que reclamaba el sector.
Además, ha pedido medidas extraordinarias como la condonación de los pagos para la Seguridad Social o una nueva línea de subvenciones para los seguros por parte de Enesa similares a las de 2015.
No obstante, ha añadido que desde su organización se trabajará en coordinación con el Ministerio para adoptar «medidas estructurales potentes» para que la campaña de 2018 sea «normal» desde el punto de vista comercial y de producción y se supere la situación de los últimos años.
Entre esas medidas, ha señalado la apertura de nuevos mercados para la exportación de fruta de hueso mientras que permanezca cerrado el mercado ruso.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) cree que la ampliación del cupo es «insuficiente» para impulsar los precios al final de una campaña con una «situación de completo y generalizado deterioro del mercado en Aragón y Cataluña», con cooperativas que no aceptan más fruta.
COAG ha detallado algunos datos, como los precios de los agricultores murcianos, los primeros que salen al mercado con variedades extra-tempranas, que han soportado entre abril y junio unos precios medios por debajo de 0,40?/kg, «una caída por encima del 60 % respecto a la campaña anterior».
Esta organización ha reclamado un «plan de emergencia» para garantizar el futuro de los productores con más actuaciones para evitar la especulación en la cadena, la activación de medidas «excepcionales» de carácter fiscal, el análisis del potencial productivo o la reforma de los sistemas de gestión de crisis, entre otras.
El secretario de Relaciones Institucionales de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), José Manuel Roche, ha lamentado que la ampliación de cupo se haya producido «a última hora» cuando «la campaña ya está acabando y las pérdidas son millonarias».
Según los cálculos de esta organización, hay 50.000 toneladas en stock y las cooperativas y centrales de fruta están «a tope» de producto almacenado, mucho ya en condiciones no aptas para el consumo.
Por ello, han solicitado acciones urgentes para contrarrestar la pérdida de renta de los fruticultores esta campaña, con medidas fiscales o ayudas directas.
Asimismo, ha reclamado actuaciones estructurales de cara a las próximas campañas para redimensionar la sobreproducción y buscar nuevos mercados, ya que el ruso que solía recibir unas 50.000 toneladas sigue cerrado en el denominado «veto ruso».
Cooperativas Agroalimentarias de España ya se pronunció ayer en un comunicado sobre las nuevas medidas adoptadas por la Comisión Europea que, a su juicio, no serán ya suficientes para enderezar los precios medios para muchas comarcas y productores, aunque sí prevén una contribución para «revertir la tendencia de los precios en la última fase de la campaña».
No obstante, más allá del análisis del mercado en esta campaña y las medidas coyunturales, desde Cooperativas Agroalimentarias también han urgido un Plan Sectorial que promueva medidas estructurales de apoyo a la rentabilidad y sostenibilidad de la producción de la fruta de hueso.
El pasado jueves, la Comisión Europea (CE) aceptó la petición del Gobierno de ampliar el cupo de retirada de fruta de hueso en España en 19.550 toneladas de melocotones y nectarinas más que se dirigirán a la producción de zumo para su entrega a los bancos de alimentos.
Estas cantidades se suman a los cupos ya existentes y a las cantidades ya retiradas, hasta superar los 40.000 toneladas, con el fin de retirar del mercado excedente de producción, debido sobre todo al veto ruso.