¿Qué estrategias están siguiendo los retailers ante la situación actual?
Las cadenas de supermercados se adaptan a un entorno cambiante y en permanente crisis, por lo que trabajan en desarrollar nuevas fórmulas de negocio que sean atractivas para el consumidor actual.
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Fórmulas tradicionales potenciadas
Control de costes
No es una fórmula nueva, pero desde luego sí prioritaria en la estrategia actual de las cadenas. Optimizar los diferentes procesos ha sido fundamental en la gran distribución ante la situación económica de costes disparados e inflación. Un ejemplo de esta apuesta por la eficiencia es Mercadona con el diseño e implantación de la app Direct Product Profit, que les permite conocer exactamente los costes en que incurre cada producto en cada uno de sus procesos. En la sección de frutas y hortalizas, recurren, entre otras medidas, a la optimización logística transportando más producto por palet, logrando un importante ahorro económico.
Automatización de procesos
Las cajas de autocobros, con dispositivos cada vez más avanzados en los que solo hay que apoyar el objeto en la bandeja y el lector trabaja solo, son ya el presente, con el consiguiente ahorro de puestos de trabajo que conlleva y una mayor rapidez para el cliente, al no generar este tipo de sistemas apenas colas. También se está estudiando el desarrollo de tecnologías que les permitan al cliente comprar sin tener que llevar la cartera o la tarjeta de crédito, mejorando su experiencia física.
Aumento de la marca blanca
Es otro de los recursos en tiempos de crisis económica, como el actual. La contención del gasto ante la situación económica es una realidad y eso se traslada a una mayor apuesta por la marca blanca o MDD (Marca de la Distribución), cuyo surtido amplían cada vez más y tienen más presente en sus lineales como estrategia para reducir el ticket de compra de sus clientes. A partir de 2021 retomaron su ritmo de crecimiento heredado de la crisis anterior y en abril de 2023 han pasado a alcanzar un 48% de la cuota de mercado.
Ajuste en la estrategia de precios
El precio, como decimos, ha pasado a ser primer factor de compra, por lo que muchas cadenas han optado directamente, en esta guerra de precios constante, por reducir su margen. Esto ha conllevado a una pérdida de rentabilidad que han registrado algunas de ellas en el balance del año para no perder cuota de mercado. En este objetivo, el desarrollo de promociones y formatos más económicos está a la orden del día.
Mayor espacio para la sección
La tendencia por una alimentación saludable y por cuidarse hace aumentar la compra de frutas y hortalizas. Así, priorizar esta sección como principal y en la entrada de los establecimientos, con una diversificación de la oferta, sigue siendo una de las medidas. Carrefour es ejemplo de ello con un gran abanico de referencias donde ofrecen multitud de productos locales que conviven con el surtido nacional.
Fórmulas innovadoras
Comunicación para un consumidor responsable
La escasez de recursos es una de las principales preocupaciones del consumidor, por lo que las cadenas optan por destacar en sus lineales aquellos productos que velan por un mayor cuidado del medio ambiente, haciendo especial hincapié en adaptar la comunicación al nuevo contexto y los nuevos valores del consumidor potenciando estos atributos. Además, cuidan y subrayan el origen y la cercanía, tanto como técnica de reducción del coste, como por atraer a este tipo de consumidores.
Estímulos de compra
Desde incluir una isla para exponer productos u ofertas, hasta la implantación de pantallas táctiles para ofrecer recetas o cómo conservar el producto, vienen a incentivar y mejorar la experiencia del cliente en tienda. La oferta de fruta cortada, zumos exprimidos en el momento, una división cromática de los envases según si es de temporada o no, o dividirlo por su carácter premium son otras técnicas que se aplican. O la de agrupar productos creando lotes, facilitando la compra e impulsando la adquisición de otras referencias, como puede ser bajo el paraguas “Momento Barbacoa”. Son muchas las acciones que las cadenas pueden llevar a cabo en la sección de frutas y hortalizas para incentivar la compra.
Tiendas fantasma
Ante el auge del canal online, que sigue creciendo (un 10% según Nielsen), las cadenas han optado por desarrollar este modelo de tiendas fantasma, que son almacenes de género donde preparan y reparten pedidos, por lo que han aumentado la apertura de este tipo de establecimientos. Consiste en mantener locales cerrados al público para acercarse a los núcleos urbanos y agilizar el servicio online. Están organizadas de forma muy similar a los supermercados tradicionales, a excepción de la línea de cajas, que desaparecen.
Centrar la comunicación en los aspectos sostenibles y saludables del producto es una de las estrategias actuales
Entregas colaborativas
A través de iniciativas como Shopopop, una plataforma tecnológica que permite a la distribución realizar entregas de última milla, de forma flexible y personalizada. Estos repartidores no son profesionales que siguen una ruta establecida, sino particulares que realizan entregas de acuerdo a sus movimientos y su disponibilidad, ahorrando emisiones de carbono. Se trata de un sistema de colaboración ciudadana que permite aumentar las ventas de las cadenas y ahorrar gastos. Se ha instalado en España tras su éxito en Francia, donde su servicio está disponible en 15.000 ciudades y cuenta ya con una comunidad de 300.000 shoppers. La compañía trabaja con los principales actores del sector de la distribución alimentaria de este país.
Fórmulas de negocio actuales:
· Control de costes
· Automatización de procesos
· Aumento de la marca blanca
· Ajuste en la estrategia de precios
· Mayor espacio para la sección
· Comunicación para un consumidor responsable
· Estímulos de compra
· Tiendas fantasma
· Entregas colaborativas