En un contexto donde la sostenibilidad está cada vez más presente, reducir el uso del plástico en la industria agroalimentaria es una tarea pendiente para todas las empresas del sector. Por ello, CITROSOL ha trabajado con Jaguar Fresh Company para buscar la mejor alternativa a los films plásticos, y la firma valenciana no ha dudado en apostar por su gama de recubrimientos vegetales PlantSeal®, que garantiza que la fruta llegue a su destino con la máxima calidad.
El uso del plástico en la industria alimentaria está muy extendido y, dentro de su multitud de utilidades, una de ellas es extender la vida comercial de la fruta evitando la pérdida de peso. Pero con la sostenibilidad en el centro de todas las miradas, cada vez más mercados están restringiendo el uso de este material por el problema de gestión de residuos que genera.
Ambas firmas han trabajado en el caso particular de los pomelos gigantes o Chinese pomelos que se exportan desde China a Europa y que tradicionalmente han ido envueltos con plástico. En cada contenedor, con aproximadamente 17.000 kg de fruta, se usan 40 kg de film plástico.
La experiencia lograda con esta colaboración permitió a la enseña valenciana desarrollar un trabajo científico y presentar los resultados obtenidos en la First Circul-A-Bility Conference a través del proyecto “Advances to save the packaging plastic film in Grapefruits”, donde CITROSOL mostró las ventajas de PlantSeal®, su recubrimiento vegetal certificado para la agricultura orgánica (UE) y apto para el consumo vegano, como mejor solución para reemplazar el film plástico que se usaba para envolver pomelos.
PlantSeal®, que no contiene ningún componente plástico, tiene un elevado control de la pérdida de peso y de los manchados por daño por frío, retrasando el envejecimiento de la fruta por reducción de la transpiración y la respiración, de manera que la calidad del fruto queda totalmente intacta. Además, también responde a la necesidad de emplear nuevas herramientas para poder abordar con garantías el reto de la exportación.
Actualmente ya se está aplicando a nivel industrial y están llegando los primeros contenedores a su destino y es que, gracias a este recubrimiento, se evita el desperdicio de más de 4.000 kg de plástico cada 100 contenedores de fruta y permite el acceso de las frutas a todos aquellos mercados que cuentan con limitaciones y exigencias en el uso de plásticos.