España suma más de seiscientos millones de euros la facturación de pimiento al año. Su importancia radica no sólo en el consumo nacional, sino que es uno de las hortalizas más demandadas en el mercado europeo, donde aparece en todos los supermercados como un producto imprescindible.
Hablar de agricultura en la provincia de Almería es hablar de la producción hortícola en cultivos intensivos, lo que popularmente se conoce como “los invernaderos” .La mayoría de la producción final agraria la aporta este subgrupo de productos.
Esta realidad de la economía almeriense cuestiona uno de los tradicionales paradigmas de la economía clásica y que vinculaba las posibilidades de desarrollo de un territorio a la industrialización, siendo el componente agrario un lastre y un síntoma de subdesarrollo. En Almería ha sido el sector primario el que ha logrado, en el último tercio del siglo XX, sacar a la provincia de una prolongada situación de pobreza.
El cultivo del pimiento ha desarrollado en los últimos años una verdadera “revolución verde”, ya que una gran parte de la producción se realiza bajo el sistema de control biológico, no utilizando ningún producto fitosanitario en su cultivo, sólo insectos beneficiosos que controlan las plagas o en el caso de la empresa de bioagricultura Nostoc, que utiliza un método revolucionario, el humus de lombriz líquido, que contiene una alta cantidad de microrganismos, además de extractos vegetales y ácidos húmicos, que hace que se restablezca la flora microbiana natural del suelo, ayuda aumentar la captación de nutrientes por la planta . Este avance ha consolidado la comercialización del pimiento producido en España.
Es pimiento es una de las hortalizas de mayor consumo y cultivada, en España sobre todo en los invernaderos del área mediterránea y, principalmente, en la provincia de Almería donde ocupa una superficie de unas 8.500 has, cerca del 70 % de la superficie total nacional cultivada en invernadero para consumo fresco y sabor dulce.
Los productos Nostoc, han proporcionado a sus clientes agricultores características tales como la resistencia o tolerancia a plagas, enfermedades por hongos y contra virus; así como adaptación a condiciones adversas de suelo, agua y clima, y sobre todo a la salinidad del suelo y a la del agua de riego. Unas plantas vigorosas y precoces con altos rendimientos y buen cuaje, sobre todo en épocas frías. Con respecto al fruto son homogéneos y tiene adquieren una firmeza en la carne sin grisetas.