Otro cultivo de fresa es posible
Así se puso de manifiesto ayer en la tercera sesión del II Encuentro Digital de Frutos Rojos, donde investigadores y profesionales expusieron los resultados de ensayos y productos que avalan una sanidad vegetal alternativa.
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La sanidad vegetal en frutos rojos y las soluciones alternativas a la reducción de materias activas para la desinfección de suelos fueron los temas que centraron la tercera sesión del II Encuentro Digital de Frutos Rojos organizado por la revista MERCADOS. Para ello, el evento contó con la participación de Manuel Avilés, Catedrático de Patología Vegetal de la Universidad de Sevilla; Miguel Morard, responsable de Bioinformática de Valgenetics; José Antonio Barjola, Crop Manager de UPL Iberia; Javier Arizmendi, director de operaciones de ZERYA, miembro del Grupo Operativo FruitCARE; Almudena Flores, comercial para Andalucía Occidental de Agrozono; y Luis Miranda, técnico especialista principal de IFAPA.
Intervino, en primer lugar, Manuel Avilés, quien profundizó en cómo están cambiando algunas enfermedades en frutos rojos. En este sentido, explicó que “estos cultivos están sometidos continuamente a la aparición de nuevas enfermedades y el resurgir de otras consideradas, hasta ahora, secundarias”. Esto se debe, sobre todo, a las mayores limitaciones en fumigantes, los continuos cambios varietales y la aparición o dispersión de nuevos patotipos más agresivos o virulentos asociados al transporte de material para la plantación. Junto a todo ello, Avilés se refirió, asimismo, a la adquisición de resistencias, sobre todo a oídio y botrytis, como consecuencia de la reducción de materia activas, al uso de algunas técnicas culturales que estresan la planta y, finalmente, al calentamiento global.
Entre los ejemplos citados por el catedrático de la Universidad de Sevilla destaca la Macrophomina phaseolina o pudrición carbonosa en fresa, enfermedad observada por primera vez en 2008 y que, según comentó Avilés, “ahora está en todos lados”. La causa no es otra que la eliminación del bromuro de metilo para la desinfección del suelo hace años y su sustitución por las mezclas de 1,3 dicloropropeno y cloropicrina, también con un uso limitado.
En lo que respecta a los cambios varietales, apuntó a la “alta susceptibilidad” de Fortuna, la variedad de fresa más cultivada en Huelva, a Phytophthora. Asimismo, señaló las dificultades para el cultivo que podría traer consigo bien una mayor virulencia de Fusarium oxysporum o, en su caso, la entrada de aislados con la enfermedad, que ya es la segunda más importante en California. La pudrición por Pestalotia o la Antracnosis son, según Avilés, otras de las patologías que comienzan a propagarse por el campo en Huelva y que, en ocasiones, proceden incluso del vivero de altura.
El papel de la innovación
De él habló Miguel Morard, de Valgenetics, quien explicó que, gracias a la secuenciación masiva (NGS), “podemos leer todo el material genético de una muestra”. Según Morard, esta es una técnica que se ha desarrollado, sobre todo, en los últimos 20 años y, a día de hoy, es mucho más accesible al sector.
Su auge ha dado lugar a un “aumento exponencial” en la cantidad de datos que ahora manejan los laboratorios, hasta el punto de aparecer una nueva disciplina profesional: la bioinformática. Gracias a ella, es posible detectar virus y fitoplasmas, además de describir microorganismos de una muestra de suelo (metagenómica).
Esta herramienta, según Morard, “es una realidad en sectores como la medicina y, a la larga, se podrá aplicar también a nuestra agricultura”.
Y de la búsqueda del problema, a la solución. De cómo combaten la botrytis y el oídio en fresa habló José Antonio Barjola, de UPL Iberia, que presentó su biofungicida Vacciplant Max. Se trata de un formulado a base de Oligoglucano purificado del alga Laminaria digitata y es, por lo tanto, un producto natural sin residuos, sin plazo de seguridad y exento de LMR.
Vacciplant Max activa los mecanismos de resistencia sistémica adquirida de la planta, ayudando a minimizar la aparición de resistencias, además de proteger a la planta de botrytis y oídio. Destaca por la rapidez con la que consigue que la planta reaccione tras su aplicación y, por su propia naturaleza, es un producto sin efectos negativos sobre la fauna auxiliar.
Actualmente, se pueden realizar hasta siete aplicaciones de Vacciplant Max a lo largo de la campaña.
Desinfección de suelos
Es quizás uno de los problemas más complejos que afronta a día de hoy el sector de los berries, y así lo afirmó Luis Miranda, técnico especialista principal de IFAPA, quien comentó que “llevamos años buscando alternativas al bromuro de metilo” y, entre ellas, se refirió a la biosolarización, la combinación de la solarización con el uso de la biofumigación.
Miranda detalló cuáles son algunos de los agentes biofumigantes utilizados (orujillo de olivo, por ejemplo) y afirmó que, en cuanto a producción, “estamos muy cerca de la desinfección química”. Como ya hiciera Manuel Avilés, Miranda se refirió a Fortuna, variedad con la que trabaja el IFAPA y en la que “la biosolarización no es tan eficiente”.
Entre los hándicaps para su puesta en práctica, comentó que “necesita más dedicación en las labores agrícolas”, además de que “genera un mayor volumen de residuos plásticos” y, a la larga, podría encarecer los biofumigantes al elevarse su demanda. Aun así, defendió su uso, sobre todo porque evita la contaminación ambiental en una zona de especial protección.
Junto a la biosolarización, la desinfección de suelos con ozono es otra de las alternativas actuales, y de ello habló largo y tendido Almudena Flores, de Agrozono, quien detalló que, de su uso en hortícolas, decidieron extrapolarlo a otros cultivos, entre ellos los frutos rojos. Entre las novedades que introduce esta fórmula para la desinfección de suelos, apuntó que “se puede hacer con el cultivo ya implantado” y explicó que, en el caso de Agrozono, ofrecen un sistema de desinfección dual: por un lado, gracias a la ozonización, reducen el nivel de patógenos en suelo y, posteriormente, contribuyen a su regeneración con la inoculación de microorganismos.
El proyecto FruitCARE
De él habló Javier Arizmendi, de ZERYA, quien explicó que la continua reducción de materias activas obliga a la búsqueda de alternativas, y ese es, precisamente, el objetivo de FruitCARE. En este sentido, comentó que, desde su puesta en marcha, “hemos desarrollado una metodología para comparar tratamientos y desarrollar protocolos de sustitución”; de momento, 10.
La fitosanitarios utilizados en estos protocolos no tienen LMR, con lo cual, su uso no aumenta el número de materias activas. Asimismo, han evaluado su impacto sobre la fauna auxiliar.
El II Encuentro Digital de Frutos Rojos concluye hoy, con una cuarta jornada centrada en los cultivos de arándano y frambuesa, en la que, además, los asistentes podrán conocer las soluciones de automatización de Berrypro.
El evento cuenta con el patrocinio de Planasa y Onubafruit, así como con la colaboración de ZERYA, UPL Iberia, Valgenetics, Freshuelva y Berrypro.