Durante la reunión del Consejo Consultivo se ha analizado el estudio de la Comisión sobre el impacto acumulado de los acuerdos de libre comercio en relación con los productos agrarios. La consejera de Agricultura, Carmen Ortiz ha pedido que las conclusiones de este documento se tomen con “mucha cautela”, ya que no contempla el efecto de la desaparición de medidas de tipo no arancelario como, por ejemplo, las barreras sanitarias y fitosanitarias. Carmen Ortiz ha destacado que, si bien estos acuerdos pueden ser positivos para la economía y el empleo en general en la Unión Europea, no resulta tan evidente en el estudio que la agricultura obtenga “un saldo global positivo”.
Por esta razón, la titular de Agricultura considera que, entre otras medidas a tener en cuenta, los impactos sectoriales negativos deben minimizarse y es preciso que exista “algún nivel de protección para los productos sensibles”. La consejera se ha referido, por ejemplo, al cultivo del arroz, cuya rentabilidad es preciso mantener porque se trata de un cultivo que generalmente ocupa zonas de alto valor ambiental donde no hay otra alternativa. “Creemos que en el diseño de la futura PAC se debe tener en cuenta el impacto acumulado de la apertura comercial, previendo mecanismos de intervención eficaces para los sectores y regiones perjudicados”, ha recalcado Carmen Ortiz.