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Organización Mundial de Cítricos: amores y odios.

Cirilo Arnandis Núñez, presidente de las Cooperativas Citrícolas de España.

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Cirilo Arnandis costes directivos

El pasado día 22 de octubre, en el marco de Fruit Attraction, tuvo lugar la presentación de un nuevo foro citrícola. Se trata de la recientemente creada “Organización Mundial de Cítricos”, que obedece a las siglas WCO por su denominación en inglés. Según reza la nota de prensa de sus promotores, son líderes de esta iniciativa la Asociación Interprofesional Española del Limón y el Pomelo (AILIMPO) junto con la Asociación de Productores de Cítricos de África Austral (CGA), las cuales, con representantes del sector de Argentina, Chile, Italia, Marruecos, Perú, España y Sudáfrica, deciden unir sus fuerzas para crear una plataforma global de cítricos para hacer frente a los numerosos y complejos cambios que ha experimentado este sector en los últimos años.
Hasta aquí, en principio, una organización más en defensa de los intereses generales de los cítricos, lo cual siempre debe ser bien recibido, pero que, a tenor de las contundentes reacciones vertidas en diversos foros, medios de comunicación y redes sociales, más bien da pie a pensar todo lo contrario. Si bien es normal el hecho de una disputa por la notoriedad por encima de otras organizaciones que trabajan en un mismo ámbito, buscando marcar y defender un territorio, en esta ocasión se ha dado paso a una inusual contienda en donde se ha podido incluso bordear la descalificación. Necesario para unos e inaceptable para otros, lo cierto es que esta nueva organización nace en medio de la polémica con posturas muy radicalizadas.

“ Presentar esta iniciativa promovida y liderada exclusivamente por el limón y el pomelo no parece ser la mejor receta

Dado el extremo distanciamiento entre los promotores de la idea y sus detractores, parece difícil opinar sin que te encasillen en uno u otro bando. Algo así como, si no estás conmigo estás contra mí. El hecho cierto es que nos encontramos ante un conflicto de intereses que trasciende a lo meramente organizativo y sectorial, pudiendo ser éste el reflejo de otras disputas. Pero justo cuando se dan estas circunstancias es cuando es necesario un análisis sosegado de lo acontecido, pues es posible que todos tengan parte de razón y que todos estén cometiendo errores. A partir de aquí, no es la intención juzgar ni dar ni quitar razones, tan solo exponer algunos hechos objetivos.

El hecho de presentar una plataforma global mundial de un determinado producto no es nuevo, pues ya existe en la actualidad para otros cultivos. El ejemplo más conocido es el de la World Apple and Pear Association, es decir, la Asociación Mundial de la Manzana y la Pera, y que responde al acrónimo de WAPA. De igual modo, existen organizaciones similares para los casos de los frutos rojos a través de la International Blueberry Organization (IBO), el kiwi a través de la International Kiwi Organization (IKO), o para el caso del aguacate mediante la World Avocado Organization (WAO), organizaciones que vienen funcionando con toda normalidad. El propósito de todas ellas parece un copia y pega, al menos en los textos escritos, siempre circunscrito, básicamente, en el intercambio de información y en la promoción del producto.

Siguiendo con el tema del nuevo foro de los cítricos, la WCO, en distintas comunicaciones de los promotores, se indica que, “basándose en la experiencia de la Asociación Mundial de Manzanas y las Peras (WAPA), la Secretaría de Freshfel Europe se haría cargo de la coordinación y las cuestiones administrativas de la WCO”. Es un hecho objetivo que en la composición de Freshfel hay una amplia gama de organizaciones y entidades, también españolas, con intereses en la producción en Europa, la comercialización interior y la importación proveniente de países terceros. Como también es un hecho objetivo que las mayores críticas a la creación de la WCO vienen de organizaciones no presentes en Freshfel, argumentando que este nuevo foro atenderá, más que nada, a los intereses de los importadores en detrimento de la producción europea.

Por más que existan datos objetivos, éstos siempre pueden servir de base de estimaciones particulares y por tanto subjetivas. Como primera valoración decir que la génesis de la WCO, al menos en el caso español, se podría haber realizado de un modo distinto. Presentar esta iniciativa al ámbito de las naranjas y mandarinas españolas como un hecho ya consumado, promovido y liderado exclusivamente por el limón y el pomelo, no parece ser la mejor receta. Por más loable que sea la intención de la nueva iniciativa y por más que se manifieste que hay una silla para las naranjas y mandarinas españolas para cuando decidan incorporarse, insisto en que las cosas bien hechas, bien parecen.

Y es que, para adherirte a cualquier iniciativa, es necesario saber para qué te incorporas, qué papel puedes jugar, y cuáles son las funciones y objetivos del nuevo foro. En el plano teórico, promover la investigación y la innovación, discutir temas de interés que afecten a los países productores, intercambiando información sobre tendencias de producción y consumo está muy bien, pero es imprescindible bajar al plano de lo concreto. Así, será bueno saber, cuándo se hable de promoción, en qué zonas y en qué momento; cuando se busque el equilibrio entre la oferta y la demanda ¿en la UE?, ¿en EEUU?; la necesidad de unos precios justos, ¿para el producto europeo?, ¿para otras zonas productoras?, ¿es el mismo precio, ese ¨precio justo¨? Dar nítida respuesta los interrogantes planteados a los objetivos fundamentales de la WCO no es una cuestión baladí, pues de no hacerlo se generan sombras que suscitan dudas.

La incertidumbre genera desconfianza, por lo que los detractores de la génesis de la WCO temen que este foro sirva para ejercer acciones de lobby en beneficio de los intereses de aquellos que desean acudir al mercado comunitario con fruta procedente países terceros, en detrimento de la producción comunitaria. El tema Sudáfrica y Mercosur de nuevo a escena. Por contra, los promotores apuestan por un foro de encuentro e intercambio de información en un contexto global para aumentar la fuerza del producto. El miedo es libre y también atrevido y cada uno toma el que quiere, pero las sospechas, por más indicios que se puedan tener, es bueno constatarlas con hechos. Es por ello que el tiempo será quien dará y quitará razones, y quien pondrá a cada uno en su sitio. Solo entonces creo que se podrá opinar con total objetividad. Entre tanto, con unos y sin otros, WCO hará su camino hablando de cítricos.

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