La cooperativa Cuna de Platero ha clausurado el II Campamento de Inteligencia Emocional en el que ha participado un total de 72 niños de Moguer.
La experiencia, totalmente innovadora, “nos permite seguir avanzando en el compromiso con nuestro entorno, en este caso el social y el medioambiental”, ha explicado el presidente de Cuna de Platero, José Manuel Márquez, “y en el crecimiento de nuestra Responsabilidad Social Corporativa (RSC)”.
Esta iniciativa, que se ha celebrado durante cuatro semanas y en dos turnos de niños, cuenta con el apoyo de PPO Foundation y la colaboración del Ayuntamiento de Moguer. El Campamento de Inteligencia Emocional Cuna de Platero ha sentado las bases para que los menores descubran sus emociones básicas –alegría, tristeza, miedo, enfado, asco y sorpresa– y tengan herramientas para afrontar las tres más complicadas para ellos: el miedo, el enfado y la tristeza. Tras haber sido conscientes de las emociones y saber gestionarlas, los niños aprendieron la importancia de las relaciones sociales, a compartir sus emociones con los demás.
Los niños se han acercado a los valores y filosofía de la cooperativa, como el trabajo en equipo, la sostenibilidad, el respeto al entorno, etc. Además, han recibido, gracias al médico escolar de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía Antonio Ladrero, educación alimentaria. El Campamento ha acogido conceptos que Cuna de Platero ya difunde en otras acciones de RSC, como la importancia de desarrollar hábitos de vida saludables, la práctica de deporte y la dieta equilibrada. Esta charla del doctor Ladrero se con actividades diarias durante el campamento como la “Carrera de la Fruta”, un juego con el que cada día debían consumir una fruta diferente.
Descubrir Moguer y Doñana
“El respeto al entorno, tanto cultural como medioambiental, se hace desde su conocimiento”, ha argumentado el presidente de Cuna de Platero. Los dos grupos de niños se han acercado al legado cultural de Moguer con la visita teatralizada a la casa natal del premio Nobel Juan Ramón Jiménez y la lectura de su obra más conocida Platero y yo, entre otros contenidos.
Con esta actividad, de la mano del moguereño universal y su esposa, Zenobia Camprubí, los niños trabajan además la integración social, con su entorno más cercano.
Cada uno de los grupos de niños ha cerrado su participación en el Campamento de Cuna de Platero con una visita al corazón de Doñana. “Queríamos que sean conscientes de que cada uno de sus actos diarios tiene repercusión en el medio ambiente y que cuidarlo y respetarlo depende, en gran parte, de las decisiones que tomemos cada día”.