La familia Dipierro, propietaria del grupo Frudis, cuenta con tres generaciones con una gran experiencia en el sector hortofrutícola, utilizando procesos totalmente naturales y ecológicos. Con sede en Noicàttaro, son productores a través de la empresa Camila, perteneciente también al grupo, así como comercializadores de uva de mesa.
La compañía dispone de 75 hectáreas cerca del mar donde produce uvas con y sin semilla con variedades diferentes según el periodo de maduración, como Prime y Summer Royal, según explica a la revista Mercados el responsable de Control de calidad en el campo, Andrea Dipierro, en el marco de la celebración de “Reina de Puglia”, un evento dedicado a poner en valor y promover en Italia y en Europa la uva de mesa pugliesa: “No hay un clima mejor que nuestro territorio para el cultivo de uva Italia y Victoria”.
“Frudis trabaja con la IGP Uva di Puglia con las variedades Palieri, Victoria, Italia y Red Globe
respetando el estándar de color, calibre y grados Brix”
Frudis trabaja con la IGP Uva di Puglia con las variedades Palieri, Victoria, Italia y Red Globe respetando el estándar de color, calibre y grados Brix. “Empezamos a mitad de junio hasta mitad de octubre con producción nuestra y compramos a otros agricultores de confianza con los que mantenemos relación desde hace muchos años o a terceros”, especifica Dipierro.
Además de uva, también trabajan con sandía y verdura, comercializando 25 millones de euros y con un 80% destinado a exportación en Europa, un 10% a Italia y otro 10% a ultramar. Entre sus principales mercados de destino se encuentran Alemania, Polonia, Europa del Norte, Estonia, Letonia, Lituania, Balcanes y países del este, así como España. En el caso de nuestro país, como la campaña de uva con semilla termina antes, exportan al final de la estación variedades como Italia o Red Globe.
Retos
El responsable de Control de calidad en el campo reconoce que el cambio climático es uno de los principales retos a los que enfrentan en estos momentos. “El calor y la humedad han ocasionado que en estas últimas semanas (junio y julio) hayamos tenido problemas en la producción”, indica. En este sentido, alude a enfermedades como el oídio y la mosca de la fruta, con gran incidencia este año en algunas zonas, lo que está impidiendo comercializar el producto.
Asimismo, Dipierro apunta a la mano de obra como otro de los retos. “La mayor parte aún es italiana, aunque hay mucha gente de Albania, Rumanía y Macedonia, y escuadras que son extracomunitarios, sobre todo de África”, detalla.
“La agricultura tiene muchos problemas y será siempre más difícil”, reconoce. A pesar de las variables a las que se enfrenta el sector “como el agua, la mano de obra para la recolección que comentaba antes, la dificultad para conseguir un producto de calidad…”, el responsable de Control de calidad en el campo recuerda que son una empresa joven y que harán frente a todos estos retos “que no son solo nuestros”.