“Esos picos de sierra que observaríamos otros años por estas fechas en la comercialización no se están produciendo”, afirma en declaraciones a la revista MERCADOS Fernando P. Gómez, director general de Proexport, quien recuerda que, debido a la crisis sanitaria, “la forma habitual de consumo se ha visto alterada”.
Los consumidores, en España y Europa, están confinados en sus casas y las ventas al canal Horeca –muy activo en festivos como la Semana Santa- se han reducido a cero. “Ahora mismo todo se centra en la gran distribución”, comenta Gómez; y ni siquiera los dos días más de cierre han dado lugar a un aumento de la demanda: “Las exportaciones de esta semana se mantienen en línea con la pasada”.
Así lo confirman también desde Almería. Juan Segura, presidente de Coprohníjar, y Chema Fernández, comercial de Unica, apuntan que la demanda de sus clientes se ha mantenido estable en los últimos días y, es más, la semana pasada, incluso, “notamos un descenso de los pedidos”, comenta Fernández.
Holanda ya tiene producciones locales de tomate y pepino que atrajeron a los supermercados europeos con sus precios. Siete días más tarde, la producción holandesa se ha visto reducida, sus precios se han incrementado y las aguas han vuelto a su cauce: “Nuestros clientes europeos ya están de vuelta”, afirma el comercial de Unica.
Mayor incertidumbre para la sandía
La campaña está a punto de comenzar; es más, en Coprohníjar, por ejemplo, prevén iniciar la recolección justo después de Semana Santa. Y la situación no ha mejorado con respecto a hace unos días: “La incertidumbre es aún mayor si cabe”, lamenta Juan Segura.
La importación de Senegal continúa paralizada y el clima, de momento, sigue sin animar el consumo. “Podría ocurrir cualquier cosa”, afirma Andrés Góngora, secretario general de COAG Almería, quien apunta a un nuevo inconveniente para el sector: “Sanidad, como medida de seguridad, impide la venta de sandías en cuartos y mitades”, medida que ya han adoptado supermercados como Mercadona o Consum.