Naranjas Torres: “Hace falta mayor concienciación sobre el ecológico”
Naranjas Torres inauguró hace justo un año su parada en Biomarket, donde opera bajo su marca Torres Bio, que aglutina toda su oferta de ecológico, que cuenta con más de 20 referencias entre las que los cítricos son las estrellas.
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Un año en el Biomarket
Hace un año que abrió sus puertas el Biomarket de Mercabarna y Naranjas Torres fue una de las primeras empresas en instalarse en él. Desde aquí proveen a todos sus clientes nacionales de producto ecológico bajo su marca Torres Bio, que aglutina no solo su oferta de cítricos bio (naranja, mandarina, limón y pomelo), sino de otras 20 referencias más. “Estamos muy contentos con nuestra presencia en Biomarket”, afirma Frank Barrionuevo, delegado comercial de Torres Bio, quien añade que, a pesar de todo, “sigue faltando afluencia de compradores”. La nota positiva es que el bio continúa creciendo, aunque poco a poco.
Ser tan fuertes como en el convencional
Es el objetivo que se ha marcado la compañía para su línea ecológica y que les obliga a ser más exigentes, si cabe, con la calidad de su producto. “Somos una referencia en cítricos convencionales y este es el posicionamiento que queremos alcanzar también en el ecológico”, comenta Barrionuevo, quien insiste en que “no podemos defraudar al consumidor”. Y es que, quien compra un producto Torres Bio “busca la misma calidad que en cualquier otra referencia de Naranjas Torres”.
“Somos una referencia en cítricos convencionales y este es el posicionamiento que buscamos también en ecológico”
Para la firma, Torres Bio no es solo una línea de negocio más, sino que aspiran a dotarla de entidad propia y, para lograrlo, han centralizado todas sus ventas a través de su parada en Biomarket, además de diseñado página web propia. “Nuestro objetivo es que se convierta en una marca paralela a Naranjas Torres”.
Desconocimiento y precio, dos hándicaps
Según el delegado comercial de Torres Bio, la pandemia frenó la venta de ecológico a través de los mercas, que poco a poco vuelve a reactivarse. Aun así, lamenta que sigue habiendo dos hándicaps importantes para su boom definitivo: por un lado, el “tabú del precio”, y “no siempre el bio tiene que ser más caro que el convencional”; y por otro, el desconocimiento por parte del consumidor. “Falta concienciación sobre sus beneficios”, insiste y añade que “si el consumidor no lo demanda, los fruteros no lo comprarán en los mercas”.