Concluye que el éxito de esta variedad protegida se hace patente cada año, siendo reconocida por agricultores y comercializadores como una variedad rentable, fiable y que goza de una posición preferente en mercados nacionales e internacionales.
Huelga decir que el compromiso del Club sigue vigente en aras de la protección y promoción de la variedad Nadorcott, manteniendo asimismo la persecución de todo cultivo ilegal, contrario a la ética de plantación que defiende con determinación. De este modo, podemos afirmar que Nadorcott, a día de hoy, goza de una salud y un potencial de rentabilidad muy atractivo para agricultores y comercializadores. Diversos testimonios de profesionales del sector agroalimentario acreditan las bonanzas de Nadorcott, posicionándola como un producto consolidado, valorizado y altamente demandado por sus consumidores. Sin olvidar que la mencionada variedad fue paradigma de salvación y sigue, a día de hoy, haciendo ganar dinero al agricultor.
Su naturaleza tardía, productividad y homogeneidad la posicionan como la elección de preferencia entre otras variedades que, posteriormente, han ido surgiendo. Nadorcott no solo hace las delicias de sus adeptos consumidores y afanados comercializadores, conocedores de sus altas cotizaciones en la gran distribución; también retorna con creces cada céntimo invertido por sus agricultores.
Con un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez, sumado a un fácil pelado y atractivo aspecto, Nadorcott ha marcado una era en el sector citrícola, siendo ya un clásico moderno de nuestros lineales y despensas domésticas. Su valor a nivel cualitativo sin parangón requiere un modelo de gestión ejemplar, actualizado y metódico, ampliamente imitado. Así, el Club de Variedades Vegetales Protegidas vela por la legitimidad de la variedad, asegurando su rentabilidad, exclusividad y estándar de calidad por muchos años más, siempre en busca de la excelencia.
Celebramos un año más de éxitos de la mandarina tardía más demandada y nos unimos a la opinión unánime de todo aquel que se ha unido a nuestro ilusionante proyecto de protección, legitimación y valorización de la variedad: “menos mal que apostamos por Nadorcott y por la gestión del Club de Variedades Vegetales Protegidas”.