Después de la tormenta llega la calma, o no. En la Región de Murcia, las consecuencias de la DANA del pasado mes de septiembre se están haciendo esperar aún, aunque todo apunta a que podrían dar lugar a una cierta escasez de producto en las semanas de Navidad. Así nos lo cuenta Nacho Domenech, presidente de Agromark, quien nos explica que “las lluvias de septiembre condicionaron la siembra, que se retrasó, y además tuvimos que sembrar sobre barro, con lo cual no sabemos cómo se van a desarrollar los cultivos, todo dependerá de la climatología”. A esto suma una posible reducción del número de hectáreas en esta campaña.
Cuando nos reunimos con él a finales de octubre, nos comentó que existe una buena demanda de esta hortaliza, pero falta producto como consecuencia de las lluvias, que generan problemas de botrytis, mermando las producciones. Y es que este hongo es, hoy por hoy, el principal quebradero de cabeza del sector y, es más, “cada campaña perdemos entre un 10-15% de las plantaciones por esta cuestión”. De ahí que afirme que “la casa de semillas que consiga una variedad tolerante a botrytis pondrá una pica en Flandes”.
También es el principal hándicap para deslocalizar las producciones en busca de zonas con más y mejor acceso al agua de riego, escasa en Murcia. De hecho, Agromark ha realizado pruebas en Extremadura, Sevilla, Jaén… y todas han ofrecido el mismo resultado: “Son zonas muy húmedas y no nos permiten garantizar el suministro”.
La firma ofrece producto a sus clientes todo el año. “Producimos en las zonas altas de Granada y Murcia en verano y, además, importamos brócoli de Reino Unido”, comenta Domenech, quien, llegado a este punto, no puede evitar referirse al Brexit, pendiente ahora de una nueva prórroga. “No estamos reduciendo los volúmenes que enviamos a Reino Unido, pero sí estamos buscando mercados alternativos como el Sureste Asiático, Dubai, Omán, Catar…”, destinos de larga distancia, pero a los que el brócoli llega sin problemas.
¿Adiós al retractilado?
En torno al 85% del brócoli se comercializa retractilado, garantizando así su mayor vida útil, que podría verse reducida casi una semana en caso de eliminarlo. Precisamente por ello, Domenech lamenta que “será muy complicado eliminar el plástico en el brócoli”.