Los malos resultados del pimiento tardío de Almería la campaña pasada hacían prever un cambio de rumbo este año. Los agricultores se han decantado por ciclos de cultivo más tempranos, aumentando, además, su número de hectáreas en estas fechas. Las primeras consecuencias se hacían palpables al inicio del ejercicio: las altas temperaturas favorecieron una mayor producción cuando las campañas locales en Europa aún no habían acabado, hundiendo así los precios. “El pimiento temprano es muy arriesgado”, afirma el presidente de Murgiverde, Antonio Sánchez, quien insiste en que “nuestra ventana comercial va de diciembre a abril”, todo lo demás puede salir bien o no.
Sánchez pone sobre la mesa otro tema candente: el aumento de hectáreas de pimiento esta campaña en la provincia, más de 11.500, según la Junta de Andalucía. “El problema es el tomate, no ofrece la rentabilidad que debe, y los agricultores están apostando por el pimiento, que además tiene menos coste en mano de obra”, explica.
En el caso de Murgiverde, mantienen su número de hectáreas con respecto al ejercicio anterior y, según nos avanza su presidente, en torno al 40% de su volumen es ya pimiento ecológico. Tanto en convencional como en bio, su objetivo es contar con producción los 12 meses del año, algo que ya consiguen en tipos como el dulce italiano o el California, donde “apenas hemos parado un mes y medio este año”. Garantizar el suministro constante a sus clientes es clave para mantenerse ‘vivos’ en este negocio, y más en ecológico, donde los compradores son reacios a cambiar de origen.
Como novedad esta campaña, ponen en marcha una línea de agricultura biodinámica. “Ya tenemos en torno a 30 hectáreas certificadas con Demeter”, nos avanza Sánchez, quien añade que esta es una fórmula más para “aportar valor añadido a nuestro producto”.
Y es que, para la firma con sede en El Ejido (Almería), la diversificación en tipos es fundamental en pimiento, sobre todo ahora que su superficie continúa creciendo y, de momento, parece no haber tocado techo. En su caso, y junto al tradicional California, producen y comercializan dulce italiano, snack, e incluso, están realizando pruebas con pimientos picantes. “Son líneas de producto diferentes al resto no solo en precio, sino también en el tipo de confecciones”, explica y apunta que, actualmente, “los agricultores quieren apostar por estos pimientos”. Sin embargo, no hay que ‘perder los nervios’: “El éxito está en el control de la producción y una exhaustiva planificación con los clientes”.