Murcia mira al kaki por su rentabilidad y consumo

La Consejería ha establecido tres parcelas experimentales, dos en la zona de la huerta de Murcia (Alquerías y El Esparragal) y otra en Caravaca de la Cruz (Los Prados). Las dos primeras corresponden a fincas de agricultores colaboradores y la última, a una finca propia de la Consejería. La parcela de Alquerías se cultiva cumpliendo las normas europeas de agricultura ecológica. Las otras dos son en cultivo convencional.

La experiencia se inició en enero de 2014 y al ser un cultivo de frutal la duración del ensayo se prolongará al menos durante 10 años. Los datos a muestrear son la producción y calidad de cosecha, estados fenológicos, crecimiento (diámetro del tronco) e incidencia de plagas y enfermedades.

En la actualidad España es el cuarto país productor de caqui del mundo, después de China, Corea del Sur y Japón. La superficie de cultivo en España ha pasado en los 10 últimos años de 2.000 hectáreas a casi 17.000 (datos de 2016), ubicadas principalmente en las comunidades de Valencia y Andalucía. La principal variedad cultivada es la ‘Rojo Brillante’.

En este aumento de la superficie cultivada ha influido en buena medida la nueva forma de presentación del fruto con la carne firme, no blanda como tradicionalmente se consumía y que dificultaba mucho su manipulación y transporte.

En la Región de Murcia el cultivo de caqui es minoritario, por lo que la Consejería consideró de interés establecer parcelas de seguimiento de esta especie para estudiar su adaptación a las distintas condiciones climatológicas y edáficas de la Región, así como al cultivo ecológico.

En las dos parcelas de la huerta de Murcia, la variedad ensayada es la Rojo Brillante sobre patrón Diospyros lotus y unos pocos sobre Diospyros virginiana.

En la parcela de Caravaca de la Cruz se han plantado las variedades Rojo Brillante, Sharon, Betera-3, Fuju y Azumishirazu-B, la mayoría sobre patrón D. lotus.

También se experimenta con distintos tipos de poda de formación para estudiar las diferencias productivas entre ellas.

La Consejería elabora una memoria anual de resultados, programa visitas a las fincas por parte de agricultores, técnicos y estudiantes, y colabora con la televisión autonómica en la realización de monográficos para su divulgación.

Una vez que los árboles sean adultos y se obtenga una producción significativa, se realizarán jornadas y publicaciones técnicas del proyecto.