Ante la celebración el próximo día 8 del Día Internacional de la Mujer, Mujeres Cooperativistas de Castilla-La Mancha se suma a las reivindicaciones y movilizaciones convocadas por diversas organizaciones y colectivos para demandar una igualdad de género real, también en el medio rural y específicamente en el ámbito del cooperativismo agroalimentario.
El Día Internacional de la Mujer debe ser un día de reflexión acerca del importante rol que desempeña la mujer rural en cada ámbito de la vida, así como de conmemorar la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad.
Para nosotras el día 8 de marzo será también un día reivindicativo por la igualdad de género y que, a la vez, sea una llamada de atención contundente a los hombres, a las instituciones, a las empresas, y a la propia sociedad para que la igualdad sea real, en los salarios, en los horarios, para que haya realmente políticas de conciliación y compromisos efectivos para asumir la corresponsabilidad.
Nuestro sector está todavía muy “masculinizado”, aunque las cifras muchas veces dicen lo contrario. Debemos hacer que esos números, que hablan de más de 38.000 socias en las cooperativas agroalimentarias de Castilla-La Mancha, se traduzcan en una visibilidad real. No vale con decir “mujeres, dad el paso, dejad de esconderos, haceos visibles”, porque este argumento es una verdad a medias y esconde un atisbo de culpabilidad, al hacernos responsables de no estar, de no mostrarnos, y la realidad, casi siempre es otra, ¿por qué no estamos?, ¿por qué no nos mostramos?, ¿por qué no vamos a las asambleas?, ¿por qué delegamos en nuestros maridos, compañeros, hermanos, padres?, ¿no será que la conciliación y la corresponsabilidad son todavía una quimera?, ¿tal vez estemos cuidando de nuestros progenitores, de la casa?, simple y llanamente, ¿no será que no podemos ir?, ¿no será que debemos abrir nuevos debates que afectan a la sociedad del medio rural en el que vivimos y también en el ámbito cooperativo?
Aquí es donde tenemos todos y todas que escuchar, que arrimar el hombro y hacer un ejercicio de responsabilidad y de compromiso mutuo. Si las mujeres suponen en Castilla-La Mancha la cuarta parte del cooperativismo agroalimentario de la región, si son el 50% de la sociedad y sin ellas no tiene sentido el medio rural en el que vivimos, es necesario dar pasos para que en primer lugar nos sintamos capaces de no delegar nuestra decisión, nuestra asistencia a las asambleas, nuestra visibilidad en los órganos de decisión, pero para eso tenemos que trabajar, hombres y mujeres, de manera conjunta, por fomentar la corresponsabilidad de las obligaciones, no solo laborales, agrícolas…, sino también familiares, sociales…
Cada vez damos más pasos hacia la conciliación, entre padres y madres, pero aún queda camino por andar en la corresponsabilidad. Estamos avanzando en el reparto de tareas, y lo que es más importante, de implicación familiar y de permitir que la mujer siga desarrollando su carrera profesional con un apoyo real de familia, empresa e instituciones.
En nuestro ámbito, el cooperativo, se ha tardado mucho en despertar a esta realidad, por eso seguimos viendo pocas mujeres en los órganos de decisión. Nos animan –no obstante- los pasos que hemos dado hasta ahora, ofreciendo formación e impulsando grupos de debate donde las mujeres que aún no han dado el paso vean a otras que ya son visibles, que trabajan en este sector, que tienen cargos de responsabilidad, que han hecho del cooperativismo su modo de vida y su razón de ser, para transmitir el mensaje de que no sólo es posible, sino totalmente necesario.
Un sector que está en continuo avance como el nuestro, que se ha subido al carro de las nuevas tecnologías, de la internacionalización, de un mercado cada vez más competitivo y globalizado, no se puede permitir el lujo de no incorporar o desperdiciar la mitad del talento de la población. No nos olvidemos que el medio rural, donde se asientan y desde la que se vertebran las cooperativas necesitan retener talento, y este… no tiene género.
Debemos ser reivindicativas con la igualdad todo el año, por ello demandamos tener mayor presencia en los medios de comunicación, siendo perceptibles en prensa, televisión y radio, redes sociales y seguir mostrando casos de mujeres que ya asumen responsabilidades y también qué medios, qué ayudas, qué trámites debe realizar una mujer para integrarse de forma activa en el cooperativismo.
Deseamos seguir apostando por políticas y medidas que permitan que la igualdad sea real y efectiva, que se siga priorizando la participación de la mujer en la agricultura, que se sigan apostando por la realización de planes y medidas en favor de la igualdad, solo así, avanzaremos hacia un cooperativismo y un medio rural más sostenible, más justo y más igualitario.
Queremos que llegue un día en el que no tengamos que hablar de nosotras, que la Igualdad sea algo que se da por hecho, que no sea noticia que una mujer está al frente de una gran empresa cooperativa, que no se le pregunte cómo hace para trabajar y cuidar de sus hijos y/o hijas, porque eso, a día de hoy, a un hombre ni se le cuestiona.
Pretendemos igualdad real… y, entre mujeres y hombres, lo lograremos.