Más cítricos para Canadá, China e Indonesia
Los productores de cítricos de Castellón han exportado este año un 2% de más de toneladas y rompen la tendencia negativa de la anualidad anterior.
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Los citricultores de Castelló ultiman el cierre de la campaña con unas previsiones más positivas que el ejercicio anterior, que fue considerado uno de los peores de los últimos años por las inclemencias meteorológicas y la competencia de Sudáfrica. Los ingresos han crecido y se ha cumplido el aforo previsto, que era un 23 % inferior a la campaña de 2016/2017. La mejora de los beneficios se ha producido a pesar de la bajada del aforo, una circunstancia que se explica en la subida de los precios y en que se ha aprovechado toda la fruta plantada.
Según el balance de la Unió de Llauradors, los cítricos de Castelló cierran la temporada -a falta de la recogida de unas pequeña cantidad de variedades tardías- con unas ganancias de 192 millones de euros, lo que supone un aumento de un 23 % respecto a 2016/2017, cuando se obtuvieron 156 millones. En clemenules -la principal variedad de Castelló y que representa el 50 % de la producción-, los productores han ganado 77 millones de euros, un 9 % más que en 2016 (70 millones).
El precio en las clemenules ha ascendido un 18 %, pasando de los 0,22 euros el kilo a los 0,26. También ha mejorado el precio de otros tipos de mandarinas como orogrande, hernandina o la marisol. «Se confirma en clemenules la bajada de kilos y un precio medio más elevado respecto a otros ejercicios. Ha sido una buena campaña excepto en las aquellas partidas que han tenido una merma», explica Carles Peris, responsable de cítricos en Castelló de la Unió de Llauradors, que destaca que en la segunda parte de la campaña «ha habido una buena sintonía de precios y se prevé también un incrementos de los ingresos».
El campo castellonense ha recogido, además, la cantidad prevista inicialmente en este ejercicio de 610.878 toneladas. Esta cantidad supone un 23 % menos que la temporada de 2016/2017. El aforo previó este descenso para adaptar la recolección a la demanda después de los paupérrimos resultados del año pasado. «
Desde la Unió de Llauradors recuerdan que el año pasado no se cumplió el aforo y subrayan que «hubo menos ingresos porque se tiró parte de la fruta de clemenules»». Explican que el aforo de 2016/2017 planificó una recogida de 433.192 toneladas y finalmente se obtuvieron unas 370.000 toneladas. Es decir, 63.000 toneladas de clemenules acabaron en el suelo, y esta circunstancia tuvo una incidencia especial en Castelló por el peso de esta variedad en el sector provincial.
Además de las los problemas meteorológicos, hubo una caída de precios como consecuencia de un desplome de la demanda que las organizaciones agrarias vincularon al acuerdo de liberalización de las importaciones de cítricos de Sudáfrica aprobado por la Unión Europea.
Centenares de kilos se quedaron en los árboles ante la desesperación de sus propietarios. La sequía, primero, y las lluvias, después, dieron la puntilla a la campaña.
A partir de ahí, ayuntamientos de la Plan Baixa junto a los agentes económicos del sector iniciaron una campaña de presión ante la Unión Europea, Gobierno y Generalitat para reivindicar un incremento en los controles de las importaciones de naranjas y mandarinas de Sudáfrica.
Nuevos mercados exteriores
Los productores de cítricos han exportado este año un 2% de más de toneladas y rompen la tendencia negativa de la anualidad anterior, en la que se enviaron al exterior 500.00o toneladas menos. En la actual campaña se han trasladado 3,096 millones de toneladas, mientras en 2016 fueron 3,027 millones.
Desde la Unió , no obstante, consideran que hay que reforzar los canales de comercialización en los nuevos mercados que empiezan a penetrar como Canadá, China o Indonesia. Estiman que se deben diversificar las exportaciones más allá de los mercados tradicionales de la Unión Europea «porque siempre exportamos lo mismo recojamos más o menos frutas», afirma Peris.
Los exportadores citrícolas de Sudáfrica han batido en esta campaña su récord en cuanto a las exportaciones a la Unión Europea. Han protagonizado un aumento del 9% respecto a idéntico período de tiempo del año anterior.
Pero en este caso no ha habido una afección en Castelló ya que sus importaciones en la UE han sido sobre todo de naranjas y no de mandarinas.
Fuente: Levante. El Mercantil Valenciano