Grupo Agroponiente ya prepara a conciencia la campaña de primavera en todos sus ámbitos. Un ejercicio que llegará tras un invierno en el que los fríos están provocando una disminución en el volumen de producción del campo almeriense de en torno al 20% y que el responsable de Aprovisionamiento de la compañía, Antonio Algarra, prevé que se traduzca en un incremento del mismo a partir de abril.
Así pues, la primera predicción para la primavera es una mayor producción que en años anteriores y, por supuesto, que en invierno, como consecuencia del incremento de vigor de unas plantas que han sufrido con el frío en los meses de diciembre y enero. “Los cultivos de ciclo largo que acaban en abril van a incrementar su productividad a partir de este mes de febrero, con continuidad también en marzo. Los fríos de final y comienzo de año han provocado el parón en la productividad, pero no grandes daños en las plantas y, por tanto, éstas llegarán a los próximos meses con el vigor suficiente para incrementar su producción”, adelanta Algarra.
Eso sí, para estos meses de primavera es segura la continuidad del incremento de la producción de calabacín en el campo almeriense, en detrimento del tomate, en términos generales. La valoración de los agricultores de la necesidad de mano de obra de uno y otro cultivo siguen estando en el origen de esta sustitución progresiva de cultivos. En cuanto al pimiento, se espera, como habitualmente, un incremento de los tipos Lamuyo e Italiano, calculándose un volumen similar al del año pasado.
En cuanto a los cultivos típicos de la época, se prevé una producción similar a años anteriores de melón y sandía, cuyo inicio está previsto a partir de las semanas 15 y 16 (mediados y finales de abril), por tanto, con unas fechas previstas algo más tardías que en la última campaña de estos productos. En melón, a final de junio, se dará por terminada la campaña en la provincia.
Una particularidad que se observa este año es el crecimiento porcentual en variedades de gran sabor y tamaños especiales en melón y sandía, como es el caso del conocido como Snow Ball en melón; e incluso la implantación de monocultivos de sandía mini. Ello se añade a otro fenómeno nuevo, como es la demanda de tomates de gran calibre en las zonas de sierra, en sustitución de variedades de Cherry, debido al requerimiento de mayor mano de obra de estas últimas.