Los suministros de sandía de España a la UE se han reducido en los últimos cuatro años. Mientras tanto, la oferta de sandía de Marruecos ha ido en constante aumento, según datos del servicio de estadísticas Euroestacom (Icex-Eurostat) citados en medios españoles.
Las exportaciones de sandía de Marruecos a la UE casi se duplicaron entre 2019 y 2022, pasando de unos 149.000 kilogramos a 270.000 kilogramos. Sin embargo, los suministros de España bajaron de 681.000 en 2019 a 520.000 en 2022.
Sandía y escasez de agua en Marruecos
La escasez de agua se perfila como un gran desafío para el desarrollo socioeconómico de Marruecos. La presión demográfica, junto con las actividades agrícolas, está agotando los recursos hídricos cada vez más escasos del país, y la agricultura por sí sola representa el 88 % del consumo de agua en el país, según datos recientes del Banco Mundial.
En medio de la creciente preocupación por la escasez de agua, el Ministerio de Agricultura de Marruecos anunció en septiembre de 2022 la finalización de los subsidios al riego en el cultivo de aguacate, sandía y cítricos.
Marruecos está en la lista del Banco Mundial de países con los recursos hídricos per cápita más bajos. Los recursos hídricos per cápita promedio del país se ubicaron en 645 metros cúbicos anuales en 2015, muy por debajo de la «línea de pobreza hídrica» internacional de 1000 metros cúbicos per cápita.
Según el Banco Mundial, se espera que los recursos hídricos de Marruecos se desplomen aún más para 2050 a 500 metros cúbicos per cápita, acercándose al umbral internacional de «escasez extrema de agua».
La decisión del país de poner fin a los subsidios al riego se produjo a raíz de varias campañas en línea que pedían poner fin a los cultivos que requieren mucha agua. Varias asociaciones ecologistas marroquíes, incluida Marruecos Environment 2050, han estado exigiendo al gobierno que ponga fin al cultivo de sandía y aguacate.
La severa sequía del año pasado provocó que las represas marroquíes alcanzaran una tasa de llenado mínima récord en cinco años. Si bien Marruecos históricamente no es ajeno a las sequías, el cambio climático agudo en los últimos años ha provocado que las sequías se vuelvan más frecuentes y más severas.
Mientras tanto, la escasez de recursos hídricos provocó que varias regiones extremaran las medidas para preservar sus recursos hídricos, como el racionamiento del agua y la prohibición del uso de agua potable en los jardines acuáticos públicos, entre otras medidas.
La situación llevó a muchos activistas y ecologistas a preguntarse por qué el país todavía permite el cultivo de cultivos intensivos en agua.
«No creo que cultivar sandía en Zagora sea algo bueno», dijo Abdelghani Chehbouni, profesor de la Universidad Politécnica Mohammed VI (UM6P), a Morocco World News en agosto de 2022.
“Como población, no necesitamos consumir alimentos fuera de su temporada normal… Puedo vivir sin aguacate, pero no puedo vivir sin agua”, agregó. “No es realista seguir cultivando productos que consumen mucha agua y no son de primera necesidad para la población”.
El aumento de las exportaciones de sandía de Marruecos a la UE llega en un momento en que Marruecos está recurriendo a medidas extremas para garantizar la seguridad hídrica.
En los últimos años, el país invirtió fuertemente en plantas desalinizadoras, estaciones que convierten el agua de mar en agua potable. El proceso requiere cantidades sustanciales de energía a medida que el agua se evapora y se condensa para separarla de la sal.