El frío que llegó hace poco más de una semana a España y el resto del continente europeo está teniendo un efecto positivo, como cabía, esperar, en las cotizaciones de las principales hortalizas que produce Almería y que, en los dos primeros meses de campaña, habían obtenido unos precios ruinosos.
Curiosamente en los días previos a la movilización general convocada por todas las organizaciones del campo almeriense, el pasado martes 19 de noviembre, se produjo un efecto tirón de esas cotizaciones, con incrementos en los precios de la mayor parte de los productos, debido en gran medida al efecto acopio por parte de las distribuidoras.
Bajan las temperaturas
Esa movilización coincidía en el tiempo con las primeras jornadas realmente otoñales, casi invernales, lo que ha permitido mantener una tendencia de crecimiento de los precios de venta que, en general, han mejorado sensiblemente los existentes antes de las movilizaciones de los agricultores.
Desde el Observatorio de Precios y Mercados que elabora la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, se especifica que la bajada de las temperaturas en Almería, sumado a la conclusión de producciones locales en gran parte de Europa, han propiciado una disminución de la oferta en las últimas semanas “que propicia un incremento de las cotizaciones en calabacín, berenjena y judía verde en las comercializadoras de la provincia de Almería”.
Tomate en crisis
Una mejoría que no está llegando sin embargo para el tomate que, en el caso del larga vida, no ha logrado remontar los 40 céntimos de media que se están pagando este año; repunta algo el tomate pera desde los alrededor de 40 céntimos a los 51 que se pagaban ayer en algunas comercializadoras.
Pero la crisis del tomate va más allá de los precios en origen, ya que el volumen que se está produciendo es sensiblemente inferior al de la campaña pasada, que a su vez ya había sufrido una merma con respecto a la anterior. En estos últimos meses se ha registrado un repunte en las exportaciones de Marruecos a la UE que el Observatorio cifra en un 108% más en la primera semana de noviembre y en un 68% por encima de las que se realizaron en la tercera semana con respecto a las de la campaña anterior.
Las pizarras
Pero salvando la excepción del tomate, el conjunto de las hortalizas presentan estos días mejores niveles de precios que los registrados en los primeros compases de una campaña convulsa por las bajas cotizaciones en origen.
El pimiento california, que se pagaba a 0,57 céntimos en la tercera semana de noviembre, ayer cotizaba en el tipo rojo a 1,18, más del doble; el lamuyo ha pasado de 0,60 a 0,90 céntimos/kilo; y el italiano verde, que cotizaba a 0,54, ha pasado estos días a pagarse en torno a los 91 céntimos.
Datos similares en el caso del pepino que en la variedad Almería ha pasado de 40 céntimos en la semana 46 (del 11 al 17 de noviembre) a los 74 céntimos logrados ayer en las alhóndigas. El tipo francés, pagado hace una semana y media a unos muy escasos 28 céntimos, se llegaba a pagar ayer mismo a 95, casi cuatro veces más de precio.
Menos competencia
El calabacín, por su parte, se ha visto beneficiado por un descenso notable de la oferta francesa, en la recta final de su campaña de producción. Gracias a ello las producciones almerienses han visto cómo aumentaban sus cotizaciones desde los 66 céntimos de la semana 46 a los 86 que se pagaban ayer a los productores de la provincia.
La berenjena larga también ha experimentado una mejora sustancial; en la semana 45 (4 al 10 de noviembre) se llegó a pagar a unos míseros 18 céntimos, muy lejos de su coste de producción: Una semana después se cotizó a 57 céntimos y ayer el precio había subido hasta 87 céntimos.
Fuente: La Voz de Almería