Los productores denuncian que los costes crecen más que la renta agraria
Advierten que desde el 2003 el sector agrario español ha perdido el 8,3% de sus ingresos a pesar del repunte del último año
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La significativa subida de los costes de producción ha impedido que el aumento del 3,4% de la Renta Agraria en 2018 se note en el bolsillo de agricultores y ganaderos. Así se desprende del análisis realizado por el Departamento de Economía Agraria de COAG sobre la base de los datos que arroja la primera estimación de Renta Agraria 2018 publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. A pesar del repunte del último año, desde 2003 el sector agrario español ha perdido el 8,3% de su renta total. También apunta en la misma dirección el balance que hace del año la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, que estima que los costes de producción crecieron un 5%.
El incremento de la Renta Agraria 2018 se debe principalmente al aumento del Valor de la Producción (se alcanza un nuevo récord con 53.086 millones de euros). La producción vegetal aumentó un 6,5% en valor, la producción animal registró asimismo un aumento del 2,6%. Por su parte, los consumos intermedios (costes) alcanzaron en 2018 los 23.199 millones de euros en términos corrientes, la cifra más alta de la serie. Es un notable incremento del 6,3% frente a 2017, tanto en precio (3,2%) como en cantidades consumidas (2,9%). Todos los capítulos crecieron respecto a 2017, excepto el de mantenimiento de material (-2,6%). El principal ascenso en valor se produjo, por segundo año consecutivo, en el capítulo de energía y lubricantes (13,54%). También tuvieron incrementos notables fertilizantes y enmiendas (8,4%), los servicios de intermediación financiera (7,3%), semillas y plantones (6,3%) o gastos veterinarios (5%). Crecieron de manera algo más moderada respecto al año anterior otros bienes y servicios (3,8%), servicios agrícolas (2,5%), mantenimiento de edificios (1,8%), y los productos fitosanitarios (1,9%). Los piensos, el capítulo más importante sobre el total de costes de producción con un 50,2%, ascendieron un 6,9%, debido a la subida de cantidades (4,6%) y precios (2,2%).
Por su parte, la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos considera que este año agrario se ha caracterizado por el anuncio de muchos cambios, pero de poca materialización de los mismos, a excepción de los capítulos del mercado internacional y sus consecuencias negativas para los productores.
Unión de Uniones identifica a Luis Planas como uno de los principales protagonistas de 2018, del que se esperó mucho, tras la salida de Tejerina y el Gobierno del Partido Popular y que, sin embargo, ha seguido la misma línea continuista de su antecesora, sin realizar apenas reformas y, ni mucho menos, atreverse a derogar la ley de representatividad y convocar elecciones al campo. Por lo que respecta a la futura reforma de la PAC, Unión de Uniones considera que aun habiendo anunciado el recorte del 5% del presupuesto a causa del Brexit, la Política Agraria Común tiene mucho que especificar aún.
En este sentido, la organización cree que, desde el Ministerio, sólo se ha continuado repitiendo, “queremos una PAC fuerte”. “Mismos discursos de siempre, algunas figuras evolucionadas en las propuestas de la Comisión, como el agricultor genuino, pero, en sustancia, pocos cambios” – comentan desde la organización – “Lo que sí hay es mucha incertidumbre sobre si, finalmente, se hará esa reforma cuando se esperaba o se retrasará un par de años y qué conllevará realmente”.
Unión de Uniones también destaca que la preocupación por el protagonismo tomado por terceros países ha centrado el año agrario en la Comunidad Valenciana, donde se ha visto muy afectada la campaña de cítricos, en parte, por países como Sudáfrica. Se han estimado unas pérdidas en la primera parte de la campaña superiores a los 130 millones de euros, en gran parte por los efectos de los acuerdos comerciales con terceros países.