Andrés Centeno cultiva cinco variedades de uva de mesa: entre ellas, tres sin semilla y dos con ella. Una de las que produce es la variedad Dominga, que es una uva autóctona de la comarca del Valle del Guadalentín, en concreto de los municipios de Totana y Aledo. Es una uva blanca, tardía y con semilla, que se recolecta en un periodo comprendido desde mediados de septiembre hasta finales de diciembre, la época en la que nos encontramos.
Los precios de la uva de mesa han caído “estrepitosamente, bastante por debajo de los costes de producción”
Las características que tiene la varierdad Dominga es que es tiene un color verde amarillento, con racimos grandes -de 1 kilo o 1,5 Kg de peso medio-, un tamaño de grano bastante grande y un sabor neutro, un poco ácido y fresco.
Según el productor, la campaña de la uva Dominga ha sido “regular”: empezó a recolectares a mediados de septiembre con precios “más o menos aceptables” (en campo a 60-65); a finales de octubre tuvo un repunte; “pero ha caído estrepitosamente, hasta unos precios bastante por debajo de los costes de producción”.
Las variedades Red Globe o Dominga, que son grandes y crujientes, siguen siendo unas variedades “muy buenas”
Y es que se imponen las variedades sin pepita. Centeno reconoció que la tendencia actual del consumidor no solo a nivel regional y nivel nacional, sino sobre todo a nivel europeo, es consumir uva sin semilla, “no por el sabor”, sino “por la comodidad” al comerla.
No obstante, aseguró que las variedades Red Globe o Dominga, que son grandes y crujientes, siguen siendo unas variedades “muy buenas”, a pesar de que están en desuso y el consumidor las acepta cada vez menos.
Fuente: Agropopular