Desde 2007 científicos de todo el mundo han detectado un descenso en la población de abejas más acusado de lo normal. Los efectos de los plaguicidas, los monocultivos, el cambio climático y las malas prácticas de algunos apicultores está reduciendo de forma alarmante el número de abejas melíferas, una situación que de mantenerse a este ritmo podría acarrear consecuencias fatales para el medio ambiente y la alimentación mundial. La revista Nova Ciencia analiza en qué está ocurriendo con las abejas.
Cerca de un tercio de los alimentos que consumimos dependen de las abejas. Estos insectos son unos de los polinizadores más importantes y a pesar de que se trata de unos insectos domesticados, la población no deja de caer.
El origen de lo que se conoce como el colapso de las abejas puede estar en el uso de pesticidas de tipo neonicotinoide, actualmente prohibidos por una moratoria europea, en la que se va a analizar qué ocurre con las abejas sin estos productos.
Sin embargo, como cuentan varios expertos en Nova Ciencia, esta moratoria de dos años no servirá para nada, porque estos plaguicidas persisten en el terreno mucho tiempo y sus efectos son transmitidos por las plantas años después.
Fuente: www.novapolis.es