Medio millar de personalidades francesas se ha comprometido en una tribuna publicada en Le Monde a renunciar a comer carne y pescado un día a la semana, en concreto todos los lunes, y llama a sus conciudadanos a seguir el ejemplo. No es ni una promesa de año nuevo más ni una mera reacción a las fiestas más glotonas del año. El compromiso de celebrar durante todo 2019 un lunes verdetiene un trasfondo ecológico y ético, además de saludable, afirman. Y forma parte de una campaña nacional de concienciación que comenzará la semana próxima. En lunes, por supuesto.
Entre las razones ecológicas, en la tribuna se recuerda que la producción de carne “es una de las actividades humanas que tienen las consecuencias más nefastas para el medioambiente”. Entre otros, recuerdan, la ganadería es una de las “causas principales de deforestación y de pérdida de biodiversidad”, además de consumir una gran cantidad de agua potable y contribuir «al 14,5% de las emisiones totales de gas de efecto invernadero”.
En la tribuna se recuerda que la producción de carne “es una de las actividades humanas que tienen las consecuencias más nefastas para el medioambiente”
Estos argumentos no acaban de convencer al sector agrícola y ganadero del país. “En Francia, el consumo de carne no provoca deforestación y la ganadería incluso presta un servicio al medioambiente”, declaró a la Agencia France Presse Christiane Lambert, presidenta del principal sindicato ganadero francés, la FNSEA. La dirigente no se mostró impresionada por el peso de las firmas llamando a los “lunes verdes”. “No es la primera vez que se hace este tipo de llamamiento. Hace 15 años ya lo hizo Paul McCartney”, recordó, mientras se dijo sorprendida de “ver a artistas, hombres y mujeres célebres, dando lecciones entre sus viajes de ida y vuelta París-Nueva York”.
Para quienes las razones ecológicas no supongan aliciente suficiente para renunciar el primer día laborable de la semana al sustento proteínico que proporcionan la carne o el pescado, los firmantes añaden a su menú varias motivaciones más en materia de salud. Una “razón objetiva de limitar el consumo de carne animal” es que “contribuye a atenuar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes u obesidad”.
Luego están también las condiciones, a menudo terribles, en que son criados o cazados, transportados y sacrificados los 74.000 millones de animales terrestres y entre 500 y 1.000 millones de ejemplares acuáticos (peces, crustáceos , etcétera) destinados al consumo humano cada año, recuerdan.
Por todo ello, es “racional, deseable y realista a la vez transformar nuestros hábitos, comenzando por nuestros almuerzos de cada lunes”, insisten. Obviamente, reconocen, esta iniciativa no frenará por sí sola el calentamiento global, por ejemplo. Pero cada paso cuenta. “Aunque la evolución de las prácticas individuales no basta para provocar todo el cambio necesario, pensamos que algo contribuyen. Por esa razón asumimos este compromiso públicamente y os invitamos a hacer lo mismo”, concluyen.
La tribuna forma parte de la campaña de sensibilización Lunes verde, comer, cambiar que será lanzada el 7 de enero con, entre otros, varios carteles en el metro de París. Sus promotores, el investigador Laurent Bègue, de la Casa de las Ciencias Humanas Alpes, y Nicolas Treich, del Instituto Nacional de Investigación Agrícola (Inra), esperan reclutar a entre 50.000 y 500.000 personas que se adhieran a los lunes verdes y participen en un estudio científico sobre “cambio alimentario” que realizarán junto con varias universidades y el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS).
Fuente: EL Pais