A los productores de manzana catalanes no les salen las cuentas. Según afirmó el pasado sábado en rueda de prensa Manel Simón, director general de Afrucat, sus costes de producción se han disparado un 41%. “Hoy en día, producir un kilo de manzanas en España cuesta, aproximadamente, 89 céntimos, mientras que hace tres años costaba 63,2 céntimos”, explicó.
La mano de obra, las materias primas, las subidas de la energía y también “las mayores exigencias de innovación, garantías sanitarias, controles o certificaciones que reclama el mercado” son, para Afrucat, algunos de los inputs que han dado lugar a ese aumento de costes sin precedentes.
Pero, mientras esto ocurre, el precio medio de venta de la manzana apenas ha crecido un 6% desde 2019, según los datos extraídos del último Infolineal y hechos públicos por Afrucat.
Este evidente desequilibrio entre costes de producción y precio de venta ha provocado, según Joan Serentill, presidente del Comité de Manzana de Afrucat, “la desaceleración que estamos experimentando en este mes de enero en el desestocaje de la manzana que hay guardada en las cámaras”.
Y es que, hoy por hoy, existe un 16% más de manzana Golden almacenada (la variedad mayoritaria) que en 2019, cuando se produjo una campaña de plena producción en Europa. La diferencia radica en que, actualmente, el desestocaje es un 14% inferior al de entonces.
Llegados a este punto, desde Afrucat creen necesario que todos los agentes de la cadena de valor sean conscientes de esa presión de precios, que acabará repercutiendo en los productores. “Si las centrales no logran trasladar este mensaje a los responsables de la distribución, podría ser necesaria la intervención del Gobierno central para activar mecanismos que devuelvan la fluidez al mercado e incrementen el precio de venta de la manzana”, concluyó Montse Baró, presidenta de Afrucat.