La cooperativa agroalimentaria líder en la comercialización de frutas y hortalizas ha participado en nuevo desayuno del Cluster de Innovación en Envase y Embalaje, que ha tenido lugar en esta ocasión en la sede del ESIC Business & Marketing School en Valencia. Este nuevo Desayuno del Cluster ha contado con la financiación de la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo de la Generalitat Valenciana.
En primer lugar, José Adolfo Balaguer, Ejecutivo de Relaciones, Compras, Comunicaciones e Infraestructuras en Anecoop, ha detallado los grandes desafíos de la cooperativa agroalimentaria en envase y embalaje, que “deberían regirse por los principios de reducción, reutilización y reciclaje, que sea sostenible a la vez que atractivo para el consumidor, además de innovador”. Balaguer considera que los productores “tendrían que repensar sus envases al menos cada cinco años, ya que es un ámbito que requiere de una renovación constante”.
Por su parte Miguel Lázaro, Ejecutivo de la Unidad de Materiales de Empaquetado en Anecoop, ha puesto encima de la mesa los retos de legislación a los que esta empresa cooperativa tiene que enfrentarse en distintos países. “Desde 2018 hemos colaborado con distintos proveedores para aprovechar todas las novedades que iban apareciendo en el mercado, como introducir cestas de cartón, madera, celulosa moldeada y plásticos como el r-pet, o la reducción de galgas en los films. Pero la aparición de nuevas leyes diferentes por países, dificulta esta labor”.
En este punto ha puesto ejemplos como el de Bélgica, que ha establecido que las etiquetas pegadas a la fruta deben ser compostables home (para casa) “algo que hoy en día no existe, aunque ha permitido este 2022 que sean compostable industrial”. En el caso de Italia, la imposición es en el marcaje de productos, describiendo “si son separables o no, y qué tipo de material se utiliza, buscando informar e instruir al consumidor”.
En Francia es donde más barreras se están encontrando, con la ley AGEC para impulsar la circularidad de los materiales. En este sentido, prohíben que los productos de un kilo y medio para abajo lleven algo de plástico, definiendo claramente lo que se considera “polímero natural” o “modificación química”. “Por este motivo”, ha explicado, “el PLA (acetato de celulosa) queda excluido, ya que se considera químicamente modificado y no se puede utilizar”. Y en el caso de las etiquetas “hay una imposibilidad de cumplir la ley, ante la ausencia de adhesivos autorizados OK COMPOST home”, ha concluido. La puesta en marcha de la ley AGEC ha sufrido un retraso por lo que su entrada en vigor está prevista a primeros de Julio de 2022.
Packaging para última milla
También ha intervenido en este desayuno la empresa TIBA, parte de ROMEU, empresa líder en transporte internacional. Primero, Lola Ruiz, Global Business Unit Manager de Contract Logistic en TIBA, ha asegurado que están experimentando un crecimiento por el auge del ecommerce.
En este punto, ha añadido que “los consumidores están dispuestos a pagar un precio adicional si el embalaje tiene garantía de tener un menor impacto ambiental, además de que buscamos ofrecer a nuestros clientes una experiencia waw con el embalaje”.
Para detallar el reto de la firma logística, ha intervenido Alejandra Giménez, Digital Transformation Product Manager en ROMEU, quien ha asegurado que buscan un embalaje secundario para entregas de e-commerce que sea ecológico, personalizable y versátil, reutilizable, y sobre todo innovador.
“Buscamos customizar el packaging de cada cliente, sumar tecnologías para que desde nuestro propio almacén podamos hacerlo, e incluso que sea un embalaje en el que el consumidor pueda darle un segundo uso, el objetivo es ser muy sostenibles, ya que queremos dar ese valor añadido a nuestro cliente”.